La actividad física tiene efectos positivos que incluso quienes la realizan desconocen.
Algunos quedan en evidencia a simple vista, como la baja en el peso o el aumento de la masa muscular. Pero hay otros que no y que han revelado expertos en la materia.
La epigenética es una reciente disciplina que estudia el proceso de desarrollo que media entre genotipo y fenotipo.
Basados en esta ciencia, la Universidad de Lund en Suecia realizó un estudio con 35 hombres con sobrepeso que nunca habían ejercitado.
Luego de seis meses de practicar spinning y ejercicios aeróbicos se produjeron cambios moleculares notorios.
A continuación puedes revisar los tres beneficios que provoca el ejercitarse:
Disminución de la grasa
El deporte provoca una disminución en la acumulación de grasa en las moléculas de nuestro cuerpo.
La actividad física finalmente se traduce en un descenso en las posibilidades de sufrir enfermedades crónicas como la diabetes.
Reducción del estrés y la ansiedad
El deporte ayuda a reorganizar la actividad cerebral, lo que tiene efectos positivos a la hora de enfrentar una situación de estrés.
La actividad física nos permite mantener la calma y relajarnos. Es más, luego de seis semanas corriendo de manera regular hay un aumento del número de neuronas en el hipocampo, región encargada de controlar la ansiedad en el ser humano.
Autocontrol
De acuerdo al estudio publicado por la revista British Journal of Sports Medicine, practicar deportes de manera moderada a intensa aumenta el autocontrol.
Lo anterior se debe que hay un incremento de flujo sanguíneo, lo que se traduce en un aumento de oxigeno en la corteza prefrontal.
Esta es la zona del cerebro responsable de la toma de decisiones. Por lo tanto contribuye al autocontrol.