La palabra estrés es común en el lenguaje del hombre moderno: cualquier situación puede gatillar la sensación de querer -literalmente- cortarse la cabeza, aunque una serie de estudios aseguran que esta condición no es exclusiva del ser humano.
Según recoge ABC.es, esta situación también se daría en bacterias y las lechugas, quienes se enfrentarían -en sus respectivos ambientes- a momentos que se asemejarían a la angustia, frustración y preocupación, de acuerdo a varios especialistas
En el caso de las lechugas, o de cualquier planta en general, la publicación señala que factores como la mala calidad de las hojas que producen y un sabor desagradable serían respuestas a ataques de su medioambiente.
El académico Walter Larcher señaló que, en el caso de este alimento, la simple presencia de un caracol genera una condición estresante que provocaría su respuesta a través de los elementos antes descritos.
A nivel bacteriano, la presencia -o ausencia- de nutrientes, oxígeno, humedad, radiación o depredadores, es una situación de alto estrés para estos microorganismos, donde su actuar sería clave para asegurar su supervivencia, como lo señaló el investigador Jesús Blázquez.
A nivel general, el concepto de estrés se define como una respuesta llevada a cabo por los seres vivos para hacer frente a situaciones ambientales adversas.
Foto: Reuters.