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Estudio asegura que se puede elevar umbral de dolor alterando química del cerebro

Científicos demostraron que cuantos más receptores opiáceos hay en el cerebro, mayor es la capacidad de soportar el dolor.

24Horas.cl TVN

Domingo 25 de octubre de 2015

Científicos de la Universidad de Manchester, en Reino Unido, han demostrado que el número de receptores de opiáceos aumenta en el cerebro para combatir el dolor severo en los enfermos de artritis.

Se ha sabido durante mucho tiempo que tenemos receptores en el cerebro que responden a los opiáceos analgésicos naturales como las endorfinas, pero estos expertos muestran ahora que estos receptores se incrementan en cantidad para ayudar a hacer frente al dolor severo a largo plazo.

El dolor crónico, aquel que dura más de seis meses, es un verdadero problema para muchas personas con aproximadamente el 46 por ciento de la población de Reino Unido que se estima que lo padecen y que supone el 20 por ciento de las consultas en la práctica general.

Sin embargo, algunas personas parecen hacer frente mejor que otros al dolor y saber más sobre cómo estos mecanismos de supervivencia funcionan podría ayudar a desarrollar nuevas formas de tratar este síntoma preocupante.

Mediante la aplicación de calor a la piel usando un estimulador láser, el doctor Christopher Brown y sus colegas demostraron que cuantos más receptores de opiáceos hay en el cerebro, mayor es la capacidad de soportar el dolor, como explican en un artículo en la revista 'Pain'.

El estudio empleó tomografía por emisión de positrones (PET) en 17 pacientes con artritis y nueve controles sanos para mostrar la extensión de los receptores opioides.

Esto sugiere que el aumento de los receptores opiáceos en el cerebro es una respuesta adaptativa al dolor crónico, lo que permite a los individuos lidiar con él más fácilmente. Brown subraya: "Por lo que sabemos, ésta es la primera vez que se han asociado estos cambios con una mayor capacidad de resistencia al dolor y demostrado ser adaptables".

"Aunque se desconocen los mecanismos de estos cambios adaptativos, si podemos entender cómo mejorarlos, podremos encontrar formas de aumentar de forma natural la resistencia al dolor sin los efectos secundarios asociados con muchos medicamentos para el dolor", agrega.

Según el profesor Anthony Jones, director del Consorcio del Dolor de Manchester, que se centra mejorar la comprensión y el tratamiento del dolor crónico, el hallazgo "es muy emocionante porque cambia la forma de pensar sobre el dolor crónico".

En general, hay una visión bastante negativa y fatalista del dolor crónico, añade este experto.

El estudio muestra que, aunque el grupo en su conjunto es fisiológicamente más vulnerable, todo el sistema del dolor es muy flexible y los individuos pueden incrementar su regulación para adaptar su capacidad de resistencia al dolor.

"Puede ser que algunas intervenciones sencillas pueden mejorar aún más este proceso natural y la idea de diseñar moléculas inteligentes o intervenciones simples no farmacológicas que hagan algo similar es potencialmente atractiva", añade Jones.

Fuente: Agencia Uno

Foto: Reuters