John DePass, un exfisicoculturista que en 1997 representó a Canadá en la competencia "Mr. Universo" sorprendió al revelar los cambios alimenticios que tuvo y el llamativo método que utilizó para eliminar un dolor crónico que lo aquejaba.
Su testimonio fue publicado por Daily Mail. "He estado experimentando con orina durante los últimos dos años y eso ha aumentado considerablemente mi nivel de vida durante los últimos seis meses", afirmó al medio británico.
Solo los fines de semana tiene una dieta más "normal" ya que de lunes a viernes consume su propia orina. "Los viernes tengo fruta y un batido, los sábados, reintroduzco las verduras. Los domingos trato de comer carne y pasta, arroz o papas. A veces también como galletas o helados veganos para el postre", señaló DePass.
Ahora, consume tres mil calorías a la semana, en comparación de las cinco mil que consumía antes.
El comienzo de sus nuevos hábitos alimenticios fueron complicados para John. "Mi esposa ha superado su disgusto y juicio hacia mi, y ha llegado a ver cómo (beber orina y no alimentarme) ha beneficiado mi vida. Aunque no se está uniendo a mí en la bebida, ya no es una resistencia adicional. Tenía miedo del ridículo, de las opiniones de los demás, que realmente eso me frenó. Ni siquiera mi esposa y mis hijos lo sabían al principio", contó.
La razón de todo habría sido un dolor crónico que lo afectaba. "Viví durante 30 años centrándome en desarrollar el cuerpo y tratando de aumentar la cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales que consumía. Después de años de hacer eso constantemente, noté que estaba empezando a tener algunos síntomas para los que no tenía una explicación. Tenía problemas digestivos, problemas de sueño, dolores muy profundos en el cuerpo. No estaba aislado, sentía dolor en el tendón de Aquiles, dolor de cuello, dolor de hombro. Se desplazaba de un lugar a otro", continuó su relato.
John aseguró que con su nuevo estilo de vida se siente mucho más vivo. "Hace un par de años comencé a reducir la carne y noté cambios de inmediato. El dolor comenzó a reducirse casi a un día o dos. Dormí mejor, me sentí mejor. Mi cuerpo ahora es más vivo, energético, vibrante. Puedo comunicarme mejor, puedo expresarme mejor. Soy más consciente y duermo mejor. Puedo respirar más profundamente"
"Si paso cinco días sin comer, puedo bajar hasta los 59 kilos. Cuando me rehidrato y como alimento los fines de semana, puedo llegar a los 68 kilos", afirmó.