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Alcanza la felicidad comiendo

Los alimentos están determinados por sus componentes nutricionales, activando neurotransmisores asociados al placer.

Gouravani Cerezo

Lunes 24 de diciembre de 2012

Las compras, regalos, vacaciones, tacos, reuniones, entre otras cosas, causan mucha presión y mal humor en estas festividades, produciendo estrés y negatividad.

¿Cuál es la mejor terapia para no caer en las garras de la ansiedad navideña?

¡Fácil! comer, pero NO cualquier cosa.

El experto español en nutrición y gastronomía Miguel Ángel Almodóvar explica cómo alcanzar la felicidad a través de los alimentos en su libro "Mood Food. La cocina de la felicidad"

Comerse un plátano y un puñado de almendras, reducen la ansiedad, el estrés y favorecen un estado de ánimo positivo, asegura el experto en nutrición y gastronomía. Además, explica cómo estos y otros alimentos, entre los que se encuentran el aceite de oliva, la palta, los garbanzos o las sardinas, los cuales pueden ayudarnos a estar de mejor humor y ser más felices.

"No es pseudociencia. Está documentado científicamente que determinados alimentos, por sus componentes nutricionales, activan los neurotransmisores cerebrales relacionados con el confort, el placer, la paz espiritual y el buen ánimo", afirma el nutricionista a ABC.es

 

Los nutrientes que afectan al neurotransmisor dopamina y aumenta la sensación de placer, son aquellos con principios activos como el triptófano, la teobromina (presente en el guaraná) la fenilanina, la tirosina, las vitaminas del grupo B, C, hidratos de carbono, ácidos grasos, Omega-3, magnesio, etc. Todos encontrados en alimentos como: chocolates, plátanos, aceitunas, aceite de oliva, almendras, pescado, tomates, ajo, palta y legumbres.

Pero al igual que los alimentos que promueven el bienestar, hay otros que pueden provocar el efecto contrario. Es el caso del té, café, bebidas alcohólicas destiladas, refrescos de cola, carnes rojas y quesos, que, por su riqueza en tiramina, ponen en acción a las catecolaminas, unos neurotransmisores que se asocian con el estrés descontrolado y el nerviosismo.