Una emotiva historia de superación protagoniza un joven estadounidense llamado Jason Barnes, quien hace seis años perdió su antebrazo tras electrocutarse con cables de alta tensión.
Sin embargo, su amor por la música hizo que no se diera por vencido. Buscó una solución dentro de la tecnología y gracias a ello pudo convertir en realidad su sueño de convertirse en baterista profesional.
Una mano biónica que un equipo de investigadores de su país logró desarrollar fue lo que le devolvió la capacidad de vivir la experiencia que siempre anheló.