Muchos son capaces de controlarse ante una situación de ira y simplemente reprimirse, pero a la luz de los establecido por un grupo de investigadores alemanes, tragarse la rabia no sería del todo bueno.
Una dupla de científicos de la Universidad de Jena, Marcus Mund y Kristin Mitte, relacionaron la longevidad y una buena salud con el temperamento, desvelando que las personas que se enojan más suelen vivir por una mayor cantidad de tiempo y ser más sanas que las que reprimen sus emociones negativas.
En el estudio participaron más de 6 mil personas. Un examen médico reveló que los pacientes que reprimen la ira, la ansiedad y otras emociones negativas, suelen tener el pulso acelerado.
La mayor frecuencia cardiaca y el estrés acumulado puede originar una gran cantidad de enfermedades, desde insuficiencia coronaria hasta problemas renales o incluso cáncer.
La recomendación de los especialistas es aprender a ser equilibrado; capaz de externalizar lo que nos molesta y el enojo de manera equilibrada.