Que no podían consumirse más de tres veces a la semana, que el consumo en exceso engorda de forma desproporcionada y que debían ser eliminados para una dieta equilibrada, todas estas afirmaciones que quedaron en el pasado para los alimentos que hoy se han vuelto buenos.
El queso: Muchas personas de manera errónea eliminaban los lácteos para perder peso, eso es rotundamente una mala decisión puesto que, el organismo quema más grasa cuando consigue suficiente calcio.
El consumo de yogut, quesos o leche son en la actualidad catalogados dentro de una dieta inteligente.
Las pastas: No existe razón de porque erradicas las pastas de las dietas para perder peso. Muchas personas cometen el drástico error de suprimir alimentos de las dietas y la solución es el consumo proporcional de todos ellos. Un plato de pastas integrales lleno de verduras y una porción de proteínas es idóneo, saciante y tiene bajo índice glucémico.
La clave está en intercambiar las masas blancas por las integrales.
El cerdo: Es quien más mala fama se ha hecho a lo largo de los años, sin embargo se comprobó que la carne magra (con mayor masa muscular) del cerdo, es la que menos grasa tiene en comparación a la de vacuno. Al ser una proteína, la clave es acompañarla con verduras u otras alternativas de alimentos como finas hierbas.
Los huevos: Es uno de los alimentos más polémicos de todos puesto que, estaba cuestionada su ingesta diaria. En la actualizad los investigadores dejaron en claro que un huevo al día es seguro y nutritivo, adicional a ello ayuda a controlar el peso si se toma en el desayuno. Al ser lentamente digerida por el organismo se convierte en una súper fuente de proteína.