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Personas que consumen endulzantes son más propensas a sufrir de obesidad

El estudio se llevó a cabo en ratones y en humanos, comprobando que el consumo en el tiempo de este tipo de productos provocan que las personas desarrollen intolerancia a la glucosa y obesidad.

24Horas.cl TVN

Domingo 25 de octubre de 2015

Suena ilógico, pero la gente que toma bebidas o refrescos light son más propensas a sufrir de sobrepeso. El motivo de esto no se conocía, hasta ahora.

Un estudio del Weizmann Institute of Science de Israel, revela que los endulzantes artificiales pueden tener un efecto nocivo en la flora intestinal y además crean intolerancia a la glucosa y obesidad.

Los investigadores descubrieron que con el tiempo, el consumo de este tipo de productos pueden cambiar la composición de la flora intestinal de una persona, lo que a su vez, explica por qué los sujetos que la consumen, toleran de peor forma la glucosa.

"Nuestra relación con nuestra propia mezcla individual de bacterias es un importante factor que determina cómo nos afectan los alimentos que comemos", explica el director de la investigación, Eran Elinav.

Además agrega que existe un vínculo claro entre el consumo de este tipo de endulzantes con la obesidad e incluso la diabetes, por lo que se debe controlar su uso.

Investigación

Para dar con este resultado, Elinav llevó a cabo una serie de experimentos en ratones. Primero, agregó sacarina o sucralosa en el agua de un grupo, mientras que el otro bebía agua normal o azucarada.

Después de una semana descubrió que los ratones que habían tomado agua con endulzante desarrollaban intolerancia a la glucosa, mientras que el grupo que bebió agua sola y con azúcar, poseía niveles normales de azúcar en su sangre.

Cuando Elinav dio a los ratones con intolerancia a la glucosa un antibiótico para eliminar sus bacterias intestinales, el azúcar en sangre volvió a su nivel normal, probando así la relación entre la flora intestinal y la intolerancia a la glucosa.

Pero la investigación también se desarrolló en humanos. Se examinaron a 381 personas no diabéticas, de entre 30 y 56 años. En ellos se descubrió que los que consumían endulzantes tenían mayor probabilidad de sufrir sobrepeso, de poseer una cintura más ancha y de que sus niveles de glucosa en la sangre sean mayores en ayuna.

Luego, observó a siete voluntarios,  de entre 28 y 36 años, que normalmente evitaban los endulzantes artificiales y les pidió que tomaran la cantidad permitida por la Food and Drus Administration, es decir, cinco miligramos por cada kilo de peso.

Después de una semana, cuatro de los siete participantes, habían empezado a desarrollar intolerancia a la glucosa.