Un relevante dato sobre la Antártida fue revelado esta semana por un grupo de científicos. Tras varios estudios, los investigadores lograron descifrar que hace tres años, el ‘continente blanco’ alcanzó una mínima de -93,2 grados Celsius.
El descubrimiento se llevó a cabo de acuerdo a un estudio basado en tomas satelitales.
Esta temperatura, la cual provocaría graves daños a los humanos en procesos tan básicos como respirar, fue replicada de cierta forma en julio de 2013, cuando la temperatura logró descender a los -92, 9 grados Celsius.
Hasta 2010, el anterior registro era comandado por los -89,2 grados Celsius registrados en 1983 e informados por una expedición rusa.
Las nuevas cifras, en cambio, se establecen varios grados bajo cualquier otro registro captado en otras zonas como Alaska, Siberia y Dakota del Norte, y según expertos, sería mucho más cercano a la realidad de Marte en verano que a la de nuestro planeta.