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Seis consejos para detectar y enfrentar el estrés en los niños

Especialista explica lo importante que es que los padres estén atentos a sus hijos, aprender a conocer los síntomas, lograr combatirlo y disfrutar de niños sanos y felices.

24Horas.cl TVN

Lunes 17 de octubre de 2016

La vida acelerada y cambiante, la muerte de algún familiar, el nivel de exigencia en el colegio y la separación de los padres, son factores que pueden provocar un episodio de estrés en el niño. Además, la llegada de fin de año también puede influir en el estado anímico del menor.

El estrés en los niños es una señal de alarma, pues significa que algo le está pasando. Ante estas situaciones, hay que estar muy atentos. El psicólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Fernando Marchant, explica que “en los niños, el estrés se puede presentar en una baja de rendimiento escolar, desmotivación, problemas de concentración, impulsividad, bajo ánimo, ansiedad, falta de sueño, problemas de alimentación y enuresis o incontinencia urinaria, entre otros”.

En estos casos, es esencial que los padres no traspasen sus preocupaciones a los menores, ya que en esta época suelen estar más irritables y distantes debido a los gastos navideños, ceremonias, graduaciones y programación de las vacaciones. El psicólogo de Vidaintegra asegura que todos estos factores podrían gatillar un cuadro severo de estrés en los hijos.

Cuándo hay que poner atención

Los niños no expresan su malestar con palabras, por lo que es esencial que los papás pongan atención a reacciones físicas y emocionales. El especialista sostiene que ante un episodio de estrés, los cambios físicos más habituales que puede presentar el niño son: dolor de cabeza, dificultades para conciliar el sueño, malestar abdominal, pesadillas y orinarse, entre otros.

 

En cuanto a las reacciones emocionales, un cuadro de ansiedad puede ocasionar irritabilidad, comportamientos agresivos ante cualquier situación conflictiva, miedo a la oscuridad, a estar solo o a la muerte.

El rol de los padres

Los progenitores cumplen un papel fundamental ante este tipo de situaciones, por lo que es importante entregar contención y apoyo, que para los niños se traduce en seguridad y mayor autoestima, ayudándolos a superar sus miedos y a fortalecer su adaptación a la vida diaria.

Un trato donde predomine la ternura y firmeza en la manera de relacionarse con los hijos, sin un control patológico y sabiendo instalar límites y normas claras, ayudará a disminuir la ansiedad, el mejor desarrollo de variables cognitivas y de ajuste general, además de fortalecer la autoestima y la autorregulación.

 

Si el menor está atravesando una situación complicada, el psicólogo Fernando Marchant recomienda que los progenitores no lo critiquen, conversen con él, jueguen y le entreguen todo el afecto posible. “La imagen de las personas que conviven con el niño es trascendental, porque son figuras de autoridad que se encargan de mantener el control y de entregar el bienestar y la tranquilidad suficiente para que el menor se sienta protegido”, indica el profesional de Centros Médicos Vidaintegra.

Tratamiento

Es importante recalcar que este tipo de problemas en los niños son superables; sin embargo, para su recuperación es importante el apoyo de los integrantes de su núcleo familiar. Ante cualquier signo inusual en el comportamiento del menor, se debe acudir a un psicólogo para que realice un diagnóstico del caso, tratamiento y entregue las herramientas necesarias para solucionar el problema.

 

Generalmente, la terapia considera diversas técnicas dependiendo del nivel de estrés del niño, pero a menudo se trata con terapia que incluyen técnicas de relajación, autoinstrucciones y/o una reestructuración cognitiva, donde el psicólogo busca la causa e intenta conseguir soluciones.

Fernando Marchant entrega algunas recomendaciones para prevenir el desarrollo de un episodio de ansiedad:

1.-Lecturas antes de ir a dormir: Es una excelente manera que ayudará al niño a relajarse antes de iniciar el sueño. La voz y compañía de un ser querido, ayudará a que se relaje y duerma tranquilamente.

2.-Yoga y ejercicios de meditación: Este tipo de rutinas son muy efectivas para mejorar la tranquilidad del menor. Lo ideal es inculcarlas en la infancia para que el niño pueda usar estas técnicas a lo largo de su vida.

3.-Atender la ansiedad: Las situaciones nuevas generan gran ansiedad en los niños, por lo que es importante que los padres aborden los cambios y conversen sobre dicho escenario.

4.-Afrontar los problemas: “Si el niño tiene miedo a alguna situación concreta, enfréntela junto a él y busquen la solución al problema, pero jamás la evite”, recomienda Marchant.

5.-Practicar deporte: Llevarlo al parque, andar en bicicleta y subir un cerro, son algunas actividades que pueden beneficiar la salud del niño, más aún si es en compañía de los padres.

6.-Dar permiso para equivocarse y que se entienda como parte del proceso de aprendizaje:Son experiencias que llevan a comprender que son pasos para llegar a un resultado.