Muchas veces la emoción del primer cumpleaños de un hijo genera una verdadera revolución en la familia, una especie de histeria que aumenta a medida que se acerca el día, porque las actividades previas a la celebración parecen interminables: compras, invitados, la torta, la comida y el lugar.
Pero, ¿este escenario es ideal para celebrar el primer año de un bebé? De acuerdo a los expertos, no. De hecho, la primera celebración del cumpleaños de cualquier pequeño debería ser lo menos estresante posible, puesto que los bebés viven las primeras experiencias de manera muy intensa.
La psicóloga alemana Gabriele Guth, según consiga milenio.com, señala que escuchar la voz de la mamá o del padre cantando una canción conocida, rostros amables o abrazos son los elementos que demuestran una real atención hacia nuestros niños.
También, aconseja evitar sobreexcitación, ruidos fuertes, situaciones estresantes y una excesiva preocupación por la limpieza u orden del hogar. En síntesis, la fiesta -a pesar de lo importante que marca- debería ser lo menos complicada y familiar posible.
Otro error común de los padres es comprar muchos regalos para el primer cumpleaños. En realidad, un regalo es más que suficiente y no es necesario que sea algo muy elaborado. Una pelota de fútbol o un auto podrían ser los obsequios ideales.
Por último, los especialistas coinciden en reafirmar que una canción especial, una torta y un ambiente familiar son los elementos necesarios para que este día no solo sea especial para los padres, sino para que el bebé, quien finalmente es el protagonista de esta celebración.
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