Un equipo de investigadores e investigadoras del Instituto Milenio de Biología Integrativa realizó un descubrimiento que cuestiona lo que se sabe hasta ahora de los efectos de la cafeína sobre el ciclo circadiano del cuerpo humano.
En concreto, los especialistas utilizaron el hongo Neurospora Crassa para determinar que la droga psicoactiva más consumida del mundo alarga el ciclo circadiano (que marca los ritmos diarios de 24 horas), independiente de los niveles de AMP cíclico.
"Sabemos que varias metilxantinas, como la cafeína, la teofilina y la aminofilina, provocan el alargamiento del período circadiano desde hongos a humanos, pero estos resultados cambian la forma en que creíamos que esto ocurría", comentó Luis Larrondo, director del Instituto Milenio de Biología Integrativa y Académico de la Universidad Católica, uno de los autores del trabajo que fue publicado en la Revista Microbiology Spectrum, de la American Society for Microbiology.
En esa misma línea, agregó que "estamos sentando las bases para futuros análisis que ahonden en dichos mecanismos, invitando también a revisar los datos que vinculaban su impacto sobre el reloj biológico de las personas y a reevaluar si es que la cafeína no tuviera también mecanismos alternativos en el reloj circadiano de nuestras propias células".
Respecto al potencial de ahondar en la biología de esta especie de hongos, Larrondo destacó "la facilidad con la cual se pueden realizar experimentos moleculares y genéticos en un organismo modelo como Neurospora. Este hongo tiene muchos procesos celulares altamente comparables con las células de nuestro cuerpo, pero a la vez es todo más simple dando espacio a acotar las preguntas formuladas y a simplificar la interpretación de los resultados encontrados".