El invierno no solo afecta la piel. El cabello también resiente los efectos del frío, la calefacción y los cambios estacionales. Durante esta época del año, es habitual notar una melena más reseca, quebradiza o incluso una mayor caída. Según explica la Dra. Jesús Díaz, doctora especialista en cuidado capilar y directora médica de Clínica Témpora, “el invierno es una época dura tanto para nuestro pelo como para la piel. Los constantes cambios de temperatura —del frío del exterior a los ambientes calefaccionados y secos— no pasan desapercibidos para la fibra capilar, que tiende a deshidratarse”.
A lo anterior se suma un fenómeno fisiológico poco comentado: la caída estacional del cabello, conocida como efluvio telógeno, que muchas veces se intensifica con el cambio de estación. “Con la llegada del invierno, se produce una muda capilar que es completamente normal, pero que suele preocupar a quienes la experimentan por primera vez”, añade la doctora.
¿Qué factores inciden en la salud capilar durante el invierno?
Además de los cambios estacionales, el uso frecuente de calefacción, secadores de pelo o ambientes poco ventilados tiende a resecar el cuero cabelludo. “El cabello pierde su untuosidad natural, se vuelve más opaco, menos vigoroso y, en muchos casos, más quebradizo”, explica la Dra. Díaz. Por eso, el cuidado invernal no debería enfocarse solo en productos cosméticos, sino también en ajustar ciertos hábitos diarios.
Cuidados esenciales:
- Hidratación y nutrición: Incorporar productos más hidratantes y nutritivos, especialmente mascarillas o aceites en las puntas
- Protegerse del clima: Usar gorros o pañuelos no sólo ayuda con el frío, también protege el cabello del viento y la humedad
- Evitar el calor excesivo: Secadores, planchas y calefacción directa debilitan la fibra capilar. Es preferible moderar su uso y aplicar protectores térmicos
- Atención profesional si hay señales de alerta: “En personas con alopecia o pérdida excesiva, puede ser necesario complementar con vitaminas o tratamientos médicos. Pero cada caso debe ser evaluado por un especialista”, enfatiza la doctora.
Una rutina estacional, no solo estética
Si bien el cabello es un elemento estético importante, también es un reflejo de salud general. En invierno, adaptar los cuidados al clima puede marcar la diferencia entre un pelo frágil y uno protegido. “Más que un tema superficial, es una forma de autocuidado”, concluye la Dra. Díaz.
