En la nueva era de pantallas de alto rendimiento, el componente que marca la diferencia en un Smart TV es el procesador. Este chip ha dejado de ser un componente de soporte para convertirse en el director de orquesta de la calidad de imagen y sonido.
Su función es crucial: el procesador analiza el contenido en tiempo real, optimizando el brillo, la nitidez y eliminando los molestos tirones (stuttering) que rompen la inmersión tanto en películas como en videojuegos exigentes.
La importancia del upscaling en la experiencia visual
Al comprar televisor, es fundamental entender la importancia del escalado o upscaling. La mayor parte del contenido que se consume actualmente (TV por cable, YouTube, streaming antiguo) no es 4K nativo. En este escenario, el procesador es el gran responsable de "inventar" los píxeles faltantes.
Un análisis de Rtings.com detalló que si el procesador no realiza una interpolación inteligente para suavizar líneas y preservar detalles finos, la imagen en un panel 4K se verá borrosa o pixelada, desperdiciando la capacidad total de la pantalla.
OLED y los negros absolutos
Respecto al panel, la máxima inmersión visual hoy se posiciona en la tecnología OLED. Gracias a la capacidad de sus píxeles autoiluminados, este tipo de panel es capaz de ofrecer el contraste infinito y negros absolutos, factores que definen la fidelidad de la imagen.
Fluidez y gaming: El secreto de los milisegundos
Para los gamers, el procesador tiene una relación directa con la fluidez total que se percibe. Aunque las especificaciones del panel citen tiempos de respuesta ultra rápidos, la velocidad del CPU es determinante.
Un procesador potente es clave para mantener altos los valores de FPS 1% y 0.01% Low, que miden las caídas más significativas de fotogramas por segundo. Asimismo, la potencia de procesamiento reduce la Latencia de Entrada (Input Lag) —el desfase entre una acción (como presionar un botón) y el resultado en la pantalla—, un factor vital en juegos competitivos.
Al respecto, Isidora Muñoz, Marketing Leader de LG Electronics Chile, aconsejó:
“El televisor ya no es solo una pantalla: es un centro de procesamiento de datos con inteligencia artificial. Hoy, el consumidor debe mirar más allá del tamaño y el precio de oferta, y fijarse en la capacidad del procesador para sostener la calidad. Es el chip el que garantiza negros perfectos, un contraste absoluto, la fluidez y, sobre todo, la optimización que define la experiencia”.
Características de élite para jugadores exigentes
En el segmento de tope de gama, el desarrollo del chip está marcando el paso en el mercado. Por ejemplo, el procesador $\alpha 11$ AI Gen2 del nuevo modelo LG OLED evo AI 2025 integra características de élite para los jugadores y espectadores más exigentes.
Este chip permite:
- Una tasa de refresco de hasta 144 Hz
- Compatibilidad con NVIDIA G-Sync, AMD FreeSync Premium y VRR (Frecuencia de Actualización Variable).
- La capacidad de sostener un tiempo de respuesta de 0.1 ms y optimizar parámetros visuales en milisegundos a través de su Modo Juego AI.
La inversión en un televisor ya no solo depende del tamaño, sino de la calidad de su panel y, fundamentalmente, de la potencia de su procesamiento.
