Una gatita pasó dos años de su vida viviendo entre las paredes de un centro comercial en Corea del Sur y gracias a la ayuda de un hombre, quien le dejaba comida y agua diariamente en una pequeña abertura de la tienda, pudo sobrevivir.

Según detalló a los medios locales, la primera vez que escuchó maullar a la gata trató de localizar el sonido, observó y examinó los muros del edificio, pero no obtuvo ningún resultado.

Sin embargo, el hombre no se dio por vencido y a modo de prueba, colocó una plato de comida y agua entre las paredes. Al día siguiente encontró el plato vacío.

No contento con eso y para estar seguro de que se trataba de un gato atrapado, instaló una cámara que confirmó sus sospecha. Había una gatita en el lugar.

Día tras día durante dos años seguidos la alimentó, hasta que finalmente con un grupo de rescatistas y veterinarios decidieron sacarla de las paredes. El veterinario que la examinó, señaló que pese a estar un poco desnutrida, se encontraba en buenas condiciones.

Actualmente el mismo hombre que la cuidó durante su ''encierro'', adoptó a la felina brindándole un hogar cálido y seguro.