Acusado de "rebelión civil".
Bajo este cargo fue detenido el alcalde opositor al Gobierno de Nicolás Maduro, Daniel Ceballos, quien se transformó en la nueva víctima de la inteligencia chavista.
Su arresto aumentó la tensión entre ambas facciones políticas que desde febrero pasado están enfrascados en un conflicto que ya ha dejado más de una treintena de muertos.
El ministro del Interior de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, dijo a la televisión estatal que Daniel Ceballos fue arrestado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia cumpliendo una orden de un tribunal del estado occidental de Táchira.
"Esto es un acto de justicia ante un alcalde que no solamente dejó de cumplir las obligaciones que le impone la ley y que le impone la Constitución, sino que facilitó y apoyó toda la violencia irracional que se desató en San Cristóbal", dijo el ministro en una entrevista telefónica con el canal VTV.
Ceballos, quien es alcalde de la localidad de San Cristóbal, en el estado de Táchira, fue detenido en Caracas según dijo su asistente a través de la cuenta oficial de Twitter @Daniel_Ceballos. Al parecer había viajado a la capital para participar en una reunión de alcaldes de la oposición.
Rodríguez Torres dijo que Ceballos sería presentado en las próximas horas ante los tribunales "para iniciar el proceso de juicio".
A través de su cuenta de Twitter el partido Voluntad Popular publicó un video captado por cámaras de seguridad que mostraría el momento de la detención de Ceballos en Caracas.
El líder opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, dijo a través de su cuenta de Facebook que la detención de Ceballos era una decisión "fascista" y preguntó si el Gobierno de Nicolás Maduro quiere "¿paz o guerra?".
La polémica detención de Ceballos ya movilizó a grupos opositores que hicieron un llamado a marchar para obtener su liberación.
Las nuevas manifestaciones aumentan la crisis de violencia que experimenta el país, en el marco de los reclamos sociales contra el Gobierno de Nicolás Maduro quien ha manifestado que las marchas son un intento de Golpe de Estado.
Los opositores, por otro lado, acusan al sucesor de Hugo Chávez de incrementar la violencia en el país y fomentar la crisis económica gracias a la elevada inflación y el desabastecimiento.