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¿La confianza en Internet se ha perdido?

El escándalo por PRISM, que dio "acceso directo" de EE.UU. a los datos de los usuarios, pone en entredicho la privacidad en Internet, mientras las compañías tratan de dar confianza.

Cristián Jara

Martes 18 de junio de 2013

El mundo de la tecnología y los usuarios de Internet están preocupados por el escándalo surgido por el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés).

El programa PRISM del gobierno estadounidense, revelado por Edward Snowden, ex empleado de la CIA, ha generado gran revuelo entre los internautas. La recopilación de datos a través de las llamadas telefónicas e Internet, así como la petición de esos datos a las grandes compañías del sector como Microsoft, Facebook, Google o Apple no ha hecho más que indignar a la ciudadanía.

Francisco Mas, académico del Instituto de Comunicación y Nuevas Tecnologías de la Universidad Mayor, califica la iniciativa como "una transgresión a la privacidad de las personas".

"La confianza se ha perdido. Cada vez que alguien se suscribe a un servicio de Internet se supone que se resguarda la seguridad de los datos. Pero las empresas se ven obligadas a dar acceso a los servidores para el monitoreo de la información", señala.

Ante aquella pérdida de confianza de Google, Facebook y Microsoft han instado públicamente al Gobierno de Estados Unidos a permitirles revelar la cantidad y el rango de solicitudes de vigilancia que reciben, incluidas las peticiones confidenciales hechas bajo la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés).

 

Microsoft recibió 32.000 peticiones; Facebook 19.000 ; Yahoo entre 12.000 y 13.000 peticiones y  Apple 5.000, son algunas de las cifras que se han dado a conocer.

Estados Unidos es blanco de ataques de diversa índole debido a su política mundial, es el argumento que ha esgrimido Barack Obama para defender el programa. El presidente norteamericano ha señalado que "uno no tiene que sacrificar su libertad para lograr su seguridad".

El problema es que este tipo de acciones se realizan ante el desconociendo total de los usuarios. "Debe darse un contexto judicial que lo amerite", dice Francisco Mas, de lo contrario "no se justifica. Es una violación al derecho del resguardo de la información".

"Si empezamos a monitorear a todo el mundo se produce un descrédito de las compañías que lo permiten y no lo denuncian (...) todo el mundo sospechaba lo que estaba ocurriendo, pero ahora se pone en evidencia y en entredicho el funcionamiento mismo de Internet", opina el académico.

Google fue la primera firma en realizar una carta abierta en la que pide permiso al ministerio de justicia para publicar el número y el alcance de las solicitudes de información que recibe por parte de las agencias de seguridad, incluyendo las peticiones confidenciales hechas al amparo de la FISA.

Alejandra Bonati, responsable de Google Communications & Public Affairs para Chile, señala que "la privacidad de los usuarios es el bien más preciado de la compañía"

"Cada caso de petición es analizada en profundidad y debe ser ampliamente justificada, antes de ser cedida", explica la representante de la compañía de Mountain View. Además señala que aquellas peticiones son actualizados regularmente el Reporte de Transparencia en donde de explica con datos claros todos los requerimientos.

Bonati, si bien aclara que el tema PRISM no se comenta localmente, puntualiza que fuera de ese contexto, en el caso de Chile las peticiones de información son mínimas. Lo que se confirma al revisar el informe que señala que han sido que en 2012 de julio a diciembre de recibieron 109 peticiones de datos de usuarios.

El escándalo por el "acceso directo" conseguido por el gobierno estadounidense ha hecho mirar más que nunca con recelo la privacidad en Internet, mientras las compañías hacen lo posible, por aumentar la transparencia y seguir dando confianza a los usuarios.