Este jueves, la Municipalidad de Ñuñoa desbarató un casino clandestino que ya había sido clausurado en 18 oportunidades.
Al interior del recinto había dinero, ruletas, alcohol, cigarrillos e incluso premios: "Tenemos de clausurar un local porque no tiene patente, rompían los sellos, pero ahora tomamos la decisión y llegué yo temprano con el administrador municipal a tocar la puerta y ver si estaban cometiendo delito en fragantes para pillarlos en eso", señaló el alcalde Sebastián Sichel.
"Abrió la ventana y pillamos todo lo que estaba pasando adentro e iniciamos esta operación. Ahora es poder terminar con este casino ilegal, sacar todas estas máquinas. Lamentablemente, la ley de seguridad municipal no nos permite destruir inmediatamente esto, que es lo que deberíamos hacer", agregó el jefe comunal.
Además, el edil de Ñuñoa afirmó que cada máquina cuesta alrededor de $3 millones o $4 millones, por ende, es un negocio "que debe tener $300 o $400 millones" solo en caja de cigarros de contrabando.
Por otra parte, consignó que el mismo encargado de local es el mismo que se ha repetido las otras 18 veces anteriores.
