El misionero chileno que estuvo secuestrado en Haití, Esteban Zambrano, rompió el silencio tras haber sido liberado gracias a un trabajo de la Policía de Investigaciones (PDI).
Mediante el Instagram de Familia Misionera Haití, el hombre de 32 años señaló que "de a poco he estado dándome cuenta del apoyo que tuvo mi familia en este tiempo en el que fui secuestrado", agradeciendo a Dios, a Chile y a las instituciones que se involucraron en su caso. "Fue un tiempo difícil para nosotros", sostuvo.
Luego, dijo que quiso entregar su testimonio para "desmitificar información que no es correcta, tan exacta o no es necesaria para este tiempo", como los montos de la negociación.
Además, afirmó que no ha dado mayores declaraciones "porque no ayudaría a los procesos que estamos viviendo".
Violento secuestro
Zambrano relató que el miércoles 8 de junio, cuando se dirigía junto a su hija a una clase de español para niños y adolescentes en Haití, "nos interceptaron dos hombres de forma muy violenta".
"Ellos permitieron, gracias a Dios, que mi hija se fuera, como conocía la zona (...) Ella logró llegar a casa sin problemas e informar a mi esposa", explicó.
Sobre su secuestro, indicó que los sujetos lo llevaron "hasta el lugar en donde estuve encerrado 13 días", zona en la cual además había otras personas.
Ante las gestiones de las instituciones, dijo Esteban, "se logró la negociación final y pude salir. Ahora estoy en recuperación, tranquilizándome un poco y recibiendo mucho ánimo por parte de Dios".
"El tiempo que estuve en esa situación, sin dudas Dios me trajo palabra tras palabra y convicción tras convicción, y fue tremendo", sentenció.