Una violenta encerrona a un bus argentino repleto de turistas se registró durante la mañana de este jueves en la comuna de Tiltil, Región Metropolitana. El vehículo, que viajaba desde Mendoza con 58 pasajeros y dos conductores, fue interceptado por una banda armada.
Una vez que detuvieron la máquina, los asaltantes golpearon al chofer y a dos pasajeros, además de robar dinero, documentos personales, teléfonos celulares y diversas pertenencias.
El bus, que formaba parte de un tour de compras con destino a Estación Central, avanzaba por la ruta de Polpaico cuando los delincuentes realizaron la maniobra.
Según relató uno de los conductores, la banda se desplazaba en un vehículo como cualquier otro, pero comenzaron a realizar cambios de luces, para después emparejarse a la ventana del piloto.
“Me sobrepasa el vehículo y se pone a la altura de la ventana del conductor, y es ahí cuando me hace un gesto una mujer que venía en el asiento acompañante, que veníamos con un problema de neumático”, relató la víctima.
Tras esta señal, “con mi compañero, decidimos tirarnos a la banquina para ir a inspeccionar a ver cuál era el problema. Una vez que vamos camino a ver los neumáticos, es cuando frenan tres vehículos, donde bajan aproximadamente entre 8 - 12 personas, todas armadas, todos masculinos, y nos traen encañonados hacia el vehículo”.
Armados y agresivos: Así fue el asalto a bus argentino
Los asaltantes abordaron rápidamente el bus, subiendo tanto al primer como al segundo piso. Según los testimonios, actuaron de manera extremadamente agresiva, amenazando con armas a los turistas y exigiendo que el bus avanzara a baja velocidad, sin luces de emergencia ni maniobras que alertaran a otros conductores.
Los delincuentes reunieron mochilas, bolsos, celulares, dinero en efectivo y documentos. Uno de los pasajeros resultó herido con un corte provocado por un arma.
Turistas argentinos varados y sin documentos
Tras la encerrona al bus argentino, los pasajeros quedaron varados en el sector de Los Huertos, en Til Til, donde debieron acudir al retén policial.
Muchos de ellos quedaron sin pasaportes, cédulas y dinero, lo que dificulta su retorno a Mendoza y sus actividades planificadas.
