El cuerpo de Francisco Albornoz, el joven técnico en farmacia, fue encontrado el miércoles en las cercanías del río Tinguiririca. No obstante, lejos de brindar respuestas que expliquen su repentina desaparición, el hallazgo abrió una serie de interrogantes y teorías que buscan reconstruir la trágica noche en la que murió.
Hasta el momento, dos personas están detenidas por su presunta participación en la muerte de Francisco: Christian González, un médico ecuatoriano, y José Miguel Baeza, un chef chileno.
¿Pero qué los unió a los tres? La información que se maneja es que el joven de 21 años habría conocido al médico ese día, tras conversar en una aplicación de citas. Por otro lado, Francisco se habría juntado previamente con el chef al menos una vez.
Las teorías coinciden en algo: Francisco, Christian y José se juntaron en Ñuñoa, en el departamento del médico ecuatoriano. No obstante, lo que pasó ahí dentro sigue siendo una incógnita.
Teoría del consumo de drogas
Una de las primeras teorías apunta a que Francisco habría sufrido un paro cardíaco por supuestas drogas que consumieron durante la junta. La familia negó que el técnico en farmacia consumiera sustancias ilícitas, pero apuntaron a que pudo haber sido inducido a hacerlo.
"Sabemos que un paro cardíaco no es de un momento para otro, tiene un tiempo donde hay señales. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se movió en ese momento y llamó a un centro asistencial?", expresó Jenifer González, tía de Albornoz.
Sin embargo, el abogado del médico ecuatoriano, en conversación con Chilevisión, sostuvo que sí hubo consumo de drogas en la reunión.
De acuerdo con su testimonio, González habría intentado ayudar al joven de 21 años tras el presunto paro: “Tomemos en cuenta que hubo consumo de sustancias, trató de ayudar”.
Tras no poder reanimarlo, ambos detenidos habrían trasladado el cuerpo hasta el río Tinguiririca, donde finalmente fue encontrado.
Teoría apunta a que habría sido abandonado con vida
Un último reporte indicó que, en un examen, el cadáver del joven mostraría un traumatismo encéfalo craneano. Aún no existe un informe definitivo del Servicio Médico Legal.
Esta segunda teoría señala que el técnico en farmacia no murió en el departamento, sino que aún seguía con vida mientras era trasladado en auto hasta la región de O’Higgins. Es ahí donde se cree que pudo haber sufrido un golpe en la cabeza.
No habrían terceras personas involucradas
Tras el hallazgo del cuerpo del joven, una de las primeras declaraciones de las autoridades apuntó a que el cuerpo no mostraba señales de que su muerte hubiera sido provocada por otra persona.
El jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Rancagua, subprefecto Juan Reyes, señaló que “externamente, el cuerpo no presentaba lesiones atribuibles a terceras personas”.
Pese a todas las teorías, aún no hay certeza de qué le habría pasado al joven de 21 años tras su desaparición. Su funeral está programado para este viernes 6 de junio en el Cementerio Metropolitano de Santiago, en Lo Espejo.
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