José Molina, padre del delincuente abatido por una funcionaria de la PDI tras una encerrona en La Cisterna, entregó su testimonio sobre el caos, asegurnado que "no pueden decir que mi hijo es un delincuente, porque se crió en la iglesia".
De acuerdo a lo mencionado por el hombre, su hijo tenía 17 años y era "un cabro sano, no fuma, no toma".
"Quizás, las amistades (provocaron algo), no tengo idea. Quizás iba caminando por aquí, no tengo idea qué pasó", aseveró.
Asimismo, Molina sostuvo que su hijo "nunca ha estado detenido, es un cabro de casa".
"No podría decirle si es verdad o es mentira lo que dicen, pero yo puedo decirle que él nunca ha estado detenido, ni siquiera por sospecha. No fuma droga, no toma, es un cabro sano", añadió.
Cabe señalar que la policía repelió un intento de robo de su automóvil, para lo cual usó su arma de servicio en contra de los cinco sujetos que la intimidaron.
Uno de ellos falleció, mientras que el resto de la banda escapó.