El presidente de Metro, Guillermo Muñoz, junto al Alcalde de Renca y otras autoridades, presentaron hallazgos arqueológicos encontrados en las excavaciones de las obras de la futura Línea 7 del tren subterráneo. A la altura de la comuna de Renca se encontraron numerosas evidencias de vida que datan de hace más de 13 mil años de antigüedad.
Para la construcción de los espacios del transporte, estos son liberados por etapas. En tal sentido, hoy existen sectores en fase constructiva y algunas áreas que están aún en excavación arqueológica.
Una mesa llena de objetos que deberán seguir los procesos de conservación, estudio y difusión
Queda mucho tiempo para que los hallazgos puedan ser observadas en vivo públicamente. Sin embargo, se comenzará inmediatamente con el análisis de las piezas encontradas. de todas maneras, rápidamente se determinó que lo encontrado corresponden a restos arqueológicos.
Históricamente, este descubrimiento en la construcción de una nueva Línea del transporte, corresponde al hallazgo más grande encontrado en una obra de Metro de Santiago.
Según historiadores involucrados en los hallazgos de las valiosas piezas, este encuentro "constituye un aporte muy valioso al conocimiento de los grupos cazadores recolectores del Valle Central, de quienes se conoce extremadamente poco para el valle del río Maipo-Mapocho".
Esto permitirá estudiar y analizar las dinámicas sociales en los campamentos de cazadores recolectores de la antigüedad y del uso del respectivo espacio. Por la escaza preservación de evidencias asociadas a sus estilos de vida, hasta el día de hoy se conoce muy poco de sus hábitos de subsistencia.
Dónde fueron encontrados los restos arqueológicos
Sin tener conocimiento de aquello, la comuna de Renca albergó durante miles de años estos materiales históricos. Específicamente, en la intersección de las avenidas El Montijo oriente con Salvador Allende.
En el extenso predio de 17 hectáreas que se está trabajando, se planea emplazar la infraestructura de los talleres de mantenimiento y las cocheras para la flota de 37 trenes que tendrá la Línea 7 del Metro.
El proceso de excavación arqueológica es lento y cuidadoso. De hecho, se excavan cuadrantes acotados de forma ordenada, profundizándose cada 10 centímetros. Una vez descubierto un hallazgo se pasan los sedimentos por un harnero y recuperando así cada una de las piezas históricas.
Evidentemente, luego de pasar todo el proceso de recolección, las muestras son analizadas por especialistas de cada materialidad (cerámica, piedra, huesos, etc.). Los insumos recolectados permiten la redacción de informes y el análisis en profundidad de los contextos arqueológicos intervenidos.
La etapa final considera la conservación y embalaje. Esto, para su posterior ingreso al Museo Nacional de Historia Natural.
La importancia del hallazgo
En el lugar del descubrimiento se posibilita reconocer una de las secuencias cronoculturales más completas de la zona central de nuestro país, la que abarcaría los últimos 13 mil años hasta el día de hoy.
Según indicó el equipo de Metro: "En el sitio tenemos las primeras evidencias arqueológicas de la presencia de bandas de cazadores recolectores arcaicos (nómades) en el valle de los ríos Maipo y Mapocho, en un depósito estratigráfico bien preservado, que nos ha permitido recuperar centenares de piezas arqueológicas y elementos orgánicos para posteriormente generar dataciones absolutas".