Un nuevo, insólito y rápido delito se registró recientemente en una joyería de la galería Santo Domingo, ubicada en el casco histórico de Santiago, región Metropolitana.
Se trata de un hombre que entró y salió sin generar sospecha, ya que para lograr robar una joya de oro simuló comer y la escondió en la boca.
Las imágenes de las cámaras de seguridad permitieron aclarar el hecho. La trabajadora pensó que era un cliente, le exhibió una muestra de varios accesorios y cuando volteó, el ladrón se llevó una joya a la boca.
"Es diario, las personas se las ingenian para robar", señaló un trabajador del local afectado.
La funcionara no hizo la denuncia, ya que el rubro acusa que estos delitos son frecuentes y rara vez hay avances, puesto que son tipificados como hurtos.
Al respecto, la policia señala que muchas de estas joyas ya están vendidas antes de ser robadas.
"Muchas están previamente ya concertadas a quienes van a ser sus proximos dueños, a quien van a ser vendidas", señaló la teniente Javiera García, del departamento OS9 de Carabineros.
En este sentido, agregó que "los locales más afectados son aquellos que estan en galería, porque existe un alto tráfico de personas y ciertas vulnerabilidades en el ingreso y huidas".