Rabia e impotencia es lo que siente Rolena Fres, viuda del funcionario de la Dirección General Aeronáutica Civil (DGAC), Claudio Villar, que fue asesinado en medio del robo frustrado que afectó al Aeropuerto Arturo Merino Benítez el pasado 8 de marzo. Sin embargo, exige respuestas y justicia.
En conversación con el Buenos Días a Todos, la mujer señaló que "a mí no sólo me lo asesinó el que disparó, sino que me lo han asesinado todos los negligentes que no hicieron nada, aún sabiendo que esto se podía evitar".
Y es que el mártir había pedido avances en cuanto a seguridad en reiteradas oportunidades para mitigar todo tipo de riesgos.
De hecho, en el año 2014, cuando era dirigente de la DGAC, luego de perpetrarse el primer "robo del siglo", ecribió en la página de facebook de los Funcionarios de Seguridad Aeroportuaria pidiendo mejoras laborales y mayores herramientas de seguridad para enfrentarse a este tipo de ilícitos, lo que nunca ocurrió.
Fres relató que eran recurrentes los episodios en que vulneraban las barreras, por lo que Villar le decía –y creía– que "nadie nos va a escuchar hasta que pase algo".
Sin embargo, tras el homicidio de quien también era voluntario de Bomberos, se instalaron bolardos desmontables y barreras tipo New Jersey, lo que a los ojos de los funcionarios no es suficiente.
"Se están implementando medidas parche, que no tienen ningún estudio, que no tienen validez de fondo", aseveró Rubén Briceño, actual dirigente de la DGAC.
A más de una semana del asalto frustrado no hay detenidos y Briceño aseguró que "en representación de los colegas a lo largo de todo Chile por la pérdida de nuestro amigo exijo la renuncia desde el director general hasta el último funcionario de gestión de riesgo. Creo que ellos como cadena de mando de forma individual son los responsables de la pérdida".