La ministra del Interior, Carolina Tohá, entregó su visión respecto al debate sobre el uso de la fuerza que mantienen las policías en medio de procedimientos delictuales, destacando lo ocurrido en Talagante el pasado sábado 22 de octubre donde un carabinero disparó a un hombre que lo amenazó con lanzarle un trozo de concreto en medio de una denuncia por violencia intrafamiliar.
En ese contexto, la titular del Ejecutivo aseveró en Radio Duna que "la norma de proporcionalidad no es algo que uno interprete a su pinta", y que "está hecha para que la autoridad policial tenga la posibilidad de reducir a un ciudadano que está actuando fuera de la ley".
En esa misma línea, explicó que la regla busca "ocupar la fuerza suficiente para reducirlo. No es para quedar igual si una persona está tirando piedras, el carabinero tiene que tirarle piedras".
Asimismo, Tohá expresó que existe una "distorsión del debate público" respecto a este tema, existendo dos grupos de personas: uno que apoya "la acción policial", señalando que en esta "es inevitable que se violen de vez en cuando los derechos humanos, como que es parte del juego", y otro que busca "defender los derechos humanos que cada vez que un carabinero emplea la violencia, la fuerza, y eso no es así".
"Un carabinero tiene derecho a detener a una persona, a detenerla con fuerza. Tiene derecho a si una persona está actuando de una forma que no puede controlarla a golpearla con el bastón, y si un criminal está disparando, tiene derecho a dispararle. O si está poniendo en riesgo la vida de otro, tiene derecho a dispararle incluso antes de que dispare el criminal", expresó.
En ese sentido, la ministra del Interior subrayó: que "un policía le dispare a un criminal o le pegue un palo a alguien que está imposible de ser detenido, no es violar los derechos humanos".
"Violar los derechos humanos es pasar por encima de esa proporcionalidad de la que estamos hablando. Es usar armas que no son necesarias y que causan un daño infundado a alguien que está ejerciendo un derecho legítimo. Como pasó muchas veces en el estallido, que personas salieron tranquilas a manifestarse y terminaron con un ojo menos", argumentó.