Los vecinos de El Belloto se manifestaron, increparon a las autoridades y pidieron más seguridad para los Carabineros tras la muerte de la sargento segundo Rita Olivares Raio, quien falleció luego de recibir un impacto de bala en su cabeza durante un procedimiento en la comuna de Quilpué.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, y el General Director de Carabineros, Ricardo Yáñez, fueron hasta el domicilio de la sargenta Oliveros para dar su pésame a los familiares. Fue en esa instancia que los vecinos increparon a ambas autoridades.
En entrevista con T13, una de las vecinas de Quilpué indicó que "ella (la ministra Tohá) no conversó con nosotros, se arrancó, se fue como lo hace el presidente, los diputados y los senadores. Aquí no dio la cara".
"La sargento era vecina mía del pasaje. Ella nos protegía, ¿ahora quién nos va a proteger? Nadie. Parece que nosotros somos los delincuentes porque tenemos que estar encerrados”, agregó.
"Carabineros también se arrancó, porque primero golpeó la mesa, lo citaron y se c*gó en los pantalones", expresó otro de los vecinos.
Los pobladores le solicitaron a las autoridades "actuar y más mano dura contra los delincuentes. (Los delincuentes) hacen de las suyas y Carabineros está restringido".
En esta misma línea, en horas de la mañana el hermano de uno de los carabineros que estuvo presente en el procedimiento donde murió una funcionaria en Quilpué, habló con Meganoticias y relató la realidad de los familiares de los uniformados.
Al respecto, Jonathan señaló que "anoche fue muy complicada para nosotros. Como familia de un carabinero, estamos preocupados por su seguridad... Ayer, por circunstancias de la vida, vi que salió esta noticia –la muerte sargento Rita Olivares- en redes sociales. Le escribí a mi hermano para saber de él y, al rato, me dijo que estuvo en ese procedimiento".
"El me dijo: 'Siempre ayudaba a la Rita, pero ahora no alcance'... Hay falta de dotación y los delincuentes hacen lo que quieren. Estamos en tierra de nadie", detalló.
"El gobierno dice que interpondrá una querella y eso no quedará en nada. Al tipo lo meterán a la cárcel y prontito saldrá de nuevo. El Gobierno llegará al funeral, a dar el abrazo a la familia, y al otro día partimos de nuevo. No podemos seguir así".
"Más que temor, como familia de un carabinero, tenemos la impotencia que ellos no pueden ocupar su arma de servicio. Casi los tienen que atacar, de matar, para poder defenderse".