Carlos Bermúdez, uno de los principales acusados de apropiarse ilegítimamente la herencia del empresario Mahesh Kumar Makhijani, fue sobreseído de la causa el pasado 1 de agosto.
El comerciante y prestamista indio, nacionalizado chileno, fue asesinado en 2018 afuera de su domicilio en pleno Santiago Centro, entre las calles Sazié y Avenida España.
A la fecha no hay responsables del homicidio. Mientras que la segunda trama judicial, respecto a su disputada herencia, tampoco está prosperando.
El empresario dejó una fortuna avaluada en más de $11 mil millones, la cual no tardó en generar interés en un principio en al menos tres personas que no tenían relación con sus dos hijos.
La viuda y madre de ambos se querelló contra quienes –a su juicio– lograron hacerse fraudulentamente de derechos sobre ese patrimonio. La querella imputa los delitos de falsificación o uso malicioso de documento público, estafa, asociación ilícita y celebración de contrato simulado.
Pero todo parece indicar que esta arista terminará también sin responsables, ya que –tras seis años de ocurridos los hechos investigados– el viernes recién pasado Bermudez logró ser sobreseído por prescripción de la causa.
“Es una resolución respecto a la cual nosotros no estamos de acuerdo. Nosotros consideramos que existen delitos que merecen penas de crimen, esto es, que van a prescribir en diez años”, afirmó a Informe Especial José Miguel Subiabre, abogado querellante de la familia de Makhijani.
“Creemos que existen a este estadio procesal suficientes antecedentes para que el Ministerio Público pueda formalizar la investigación toda vez que los elementos fundamentales dan cuenta de que efectivamente estas personas han tenido participación en al menos cinco delitos”, agregó.
Sin embargo, desde la Fiscalía Centro Norte confirmaron a Informe Especial que no apelarán al sobreseimiento de Carlos Bermúdez.
De India con amor
Según se relata en la investigación, en octubre de 2018 –menos de dos meses después del homicidio de Mahesh Makhijani– un abogado se acercó a la viuda del empresario para advertirle algo: había personas que estaban barajando viajar a la India a buscar a una “señora falsa” para reclamar la millonaria herencia de su pareja.
Durante la indagatoria se tomó declaración al abogado León Derenzunsky Finkelstein. Dijo que recibió un llamado de su amigo Rodrigo Abugattas, quien le comentó que necesitaba ayuda para gestionar la herencia de Mahesh, ya que su amigo indio Kapil Raisingani le había comentado que el fallecido tenía una esposa en la India. Los tres viajaron a Dubai, Nueva Delhi y finalmente a Ajmer. Ahí conocieron a Deepa Chandani.
“En un comienzo no nos atendió, pero Kapil la persuadió y pudimos explicarle el motivo de nuestra visita en su país, hasta que finalmente tuvimos éxito y nos dio la información con la que fuimos a otro pueblo, que no recuerdo en este momento, y ahí fuimos al archivo del Registro Civil donde gestionamos los respaldos del Certificado de Matrimonio, Partida de Matrimonio y un Certificado de Nacimiento de Deepa”, declaró Derenzunsky ante la PDI. Según él, no volvió a hablar con Abugattas, quien cubrió los gastos de su viaje.
Derenzunsky dio esa declaración en 2022 desde el CDP Santiago Uno, donde permanecía en prisión preventiva por lavado de activos, amenazas a funcionarios de la PDI (con una pistola de aire comprimido) y conducción de vehículo con placa patente falsa. Delitos por otra causa, por los que fue condenado en enero de 2024.
Ese mismo año fue imputado por estafa, en otro caso actualmente en investigación. El querellante de esa causa apuntó contra Derenzunsky y su socio: “Me cuentan en ese momento que tienen un negocio jurídico y que como socios se encuentran en la búsqueda de causas por herencias, me dicen que este negocio es para ganar mucho dinero”.
En efecto, en la causa de la herencia de Makhijani, la gestión del abogado permitió que la ciudadana hindú Deepa Chandani viajara a Chile. El 7 de marzo de 2019 se presentó ante el Registro Civil con un certificado de matrimonio de su país para así poder inscribirlo y, por ende, tener derechos sobre la herencia de su supuesto marido asesinado.
Ante dicho escenario, la madre de los dos hijos del empresario Mahesh Kumar Makhijani presentó una denuncia ante la Fiscalía, pero mientras la investigación se desarrollaba los derechos hereditarios fueron pasando de mano en mano.
Previo a que expirara su visa de turista, en 2019 Chandani aprovechó de ceder sus derechos a dos personas: un 70% a Carlos Bermúdez Trujillo y un 30% Rodrigo Abugattas Fuenzalida. Según la escritura, se acordó el precio en $200 millones, de los cuales se le pagaron al contado $40 millones. En otras palabras, la ciudadana india se devolvió a su país con menos del 1% del monto total de la herencia.
En tanto, Rodrigo Abugattas cedió en 2021 su parte a otro empresario, Juan Evaristo Urrutia Durán, en $80 millones, de los cuales se pagaron $20 millones y el resto se cancelaría en cuotas de $1 millón cada mes.
Luego, en 2023, Urrutia hizo un negocio redondo. Si bien compró el 30% de los derechos en solo $80 millones, terminó vendiendo el 6,5% de ellos en $520 millones. Los traspasó a tres sociedades: B y B Gestión Inmobiliaria SpA (2,5%), Autosport SpA (2,5%) y Comercial Las Condes S.A (1,5%). Las tres empresas están representadas por el empresario Jorge Bas González.
En paralelo, la investigación de la Fiscalía arrojó un dato demoledor. El fiscal Patricio Millán solicitó a India verificar la autenticidad del certificado de matrimonio presentado por Deepa Chandani en Chile. La respuesta del Consejo Municipal de Beawar fue tajante: “Se revisaron los registros originales de matrimonio del año 2011-2012 que conserva el Consejo y se encontró que no se había registrado dicho certificado de matrimonio en este Consejo. Por consiguiente, el certificado de matrimonio antes mencionado queda sin autenticar”.
Bas, por su parte –quien no figura formalmente en la causa– se hizo el desentendido. “No tengo conocimiento específico del tema. Lo único que entiendo es que el caso fue sobreseído hace poco”, respondió escuetamente ante las consultas de Informe Especial.
Con todo, a pesar de la respuesta que dejó en evidencia que Chandani presentó un certificado de matrimonio sin validez, los derechos hereditarios siguen diluyéndose y, tras el sobreseimiento definitivo decretado sobre Bermúdez el pasado viernes, los otros imputados podrían apostar también a la prescripción de la causa.
De ser así, la familia de Mahesh Kumar Makhijani no solo no sabrá quiénes lo asesinaron –pues en mayo Fiscalía decidió no perseverar, según indicó El Mostrador–, sino que tendrán que dar una lucha en lo civil para no repartir su herencia con terceras personas a partir de una presentación de un documento que se probó no estaba autenticado.
El caso del homicidio de Makhijani volvió a la palestra en las últimas semanas luego del sicariato de José Felipe Reyes Ossa que, al igual que él, también era empresario de Meiggs. “No entendemos por qué no se ha avanzado en el hecho principal, esto es: quiénes son los autores, tanto materiales como intelectuales, del asesinato (de Makhijani). Como ya se ha podido observar, podrían estar asociados con el nuevo asesinato que está investigando actualmente la Fiscalía en el barrio Meiggs. Es necesario hacer un cotejo de los antecedentes actuales con aquellos anteriores que ocurrieron en el año 2018”, aseguró el abogado querellante José Miguel Subiabre.