Uno de los principales argumentos de las personas que se oponen a los torneos cortos -como los nacionales- es el vértigo y exigencia que tienen los certámenes, cuando perder tres partidos seguidos puede significar quedar fuera de la lucha por el título inmediatamente.
Esto lleva a que muchos técnicos se queden sin trabajo apenas transcurridas unas pocas jornadas, lo que pasó cabalmente en el actual Torneo Clausura.
Cuando solamente van 12 fechas transcurridas (70% del certamen) y ya son seis los clubes que han cambiado a sus entrenadores, luego de la salida de Fernando Gamboa en Rangers, este fin de semana.
Ya sea por despido, renuncia o "mutuo acuerdo", cada dos fechas un técnico de la Primera División se queda sin trabajo.
Además, la rotación de técnicos es tan frecuente que un tercio de los equipos sustituyó al que comenzó el campeonato.
Las "víctimas" del presente Torneo Clausura son: Omar Labruna (Everton), Marco Antonio Figueroa (Universidad de Chile), Gustavo Huerta (Antofagasta), Jorge García (Cobreloa), Ivo Basay (Santiago Wanderers) y ahora Fernando Gamboa (Rangers), el último en sucumbir ante los tiranos resultados.
En tanto, los que permanecen en sus bancas desde el inicio del certamen son: Héctor Tapia (Colo Colo), Rodrigo Astudillo (Universidad Católica), Jaime Vera (Iquique), Eduardo Berizzo (O'Higgins), Emiliano Astorga (Palestino), Pablo Sánchez (Universidad de Concepción), José Luis Sierra (Unión Española), José Cantillana (Cobresal), Mario Salas (Huachipato), Pablo Abraham (Ñublense), Néstor Craviotto (Unión La Calera) y Jaime Rubilar (Audax Italiano).
Ahora si ampliamos el espectro y contamos desde el comienzo de la temporada en julio de 2013, solamente son seis los "sobrevivientes" que aún permanecen en sus escuadras: José Luis Sierra (Unión Española), Eduardo Berizzo (O'Higgins), Emiliano Astorga (Palestino), Pablo Sánchez (Universidad de Concepción), Jaime Vera (Iquique) y Néstor Craviotto (Unión La Calera), aunque éste último es cuestionado debido a los resultados que tienen a su equipo al borde del descenso.