La Unidad de Delitos de Alta Complejidad de Fiscalía Centro Norte, bajo la dirección de Ximena Chong, abrió una investigación por el delito estafa que involucra a la empresa Salaam, a raíz de incumplimientos de contrato por la venta de licencias de Microsoft que la firma suscribió con al menos 22 instituciones del Estado.
De acuerdo con los antecedentes recopilados por Informe Especial, el asunto podría representar un importante perjuicio fiscal —hasta ahora no cuantificado—, pero que llegaría a cientos de millones de pesos.
En concreto, la decisión del Ministerio Público obedeció a la denuncia interpuesta por el Tribunal Constitucional (TC), que se reportó como afectado por esta situación.
En la respuesta entregada a este medio por el TC, destacaron que la entidad “ofició de inmediato al Consejo de Defensa del Estado, (CDE), al Ministerio Público y a la Dirección de Compras (Mercado Público), poniendo a disposición todos los antecedentes con los que contaba”.
“Además, puso término anticipado de contrato con esta empresa (Salaam) por su no cumplimiento y rápidamente contactó a otro proveedor, por lo que nunca se cortó el servicio relacionado a esta Institución”, agregaron.
En la misma línea, explicaron que el TC adjudicó a Salaam la compra 171 licencias de distintos software de Microsoft, entre ellos Office, por poco más de $47 millones a fines de noviembre de 2024, por un plazo de 3 años. Aunque, según acusan, la firma solo cumplió por algunos meses.
Más allá de Migraciones
Se trata de la misma situación que vivió el Servicio Nacional de Migraciones (Sermig) la semana pasada, cuando recibió un mail de la empresa Zona Portátil (ZP), que vendía a su vez las autorizaciones digitales a Salaam.
Tal como lo reveló Informe Especial, los correos electrónicos daban cuenta que Salaam dejó de pagar a ZP la membresía de las licencias y por tanto, iban a cortar las autorizaciones.
En el Sermig se encendieron las alarmas, ya que la falta del software podría afectar la atención a público y de paso el trabajo con los tribunales y la PDI.
Por esta razón, la institución interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago para evitar el descalabro.
El tribunal de alzada capitalino acogió entonces una orden de no innovar y, al menos hasta el cierre de esta edición, el sistema funcionaba con normalidad.
De acuerdo con fuentes de distintos servicios, aparte del Sermig hay una serie de instituciones que estarían en la misma situación, entre ellas la Agencia Nacional de Ciberseguridad, que también entregó los antecedentes al CDE para que patrocine acciones penales y civiles.
El listado de instituciones que licitó productos con Salaam —además de las mencionadas—, incluyen al Ministerio de Obras Públicas (MOP), Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Comisión Nacional de Energía (CNE); Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), dependiente del Ministerio de Defensa; al igual que Gendarmería, Metro de Santiago, Servicio Nacional del Consumidor, las subsecretarías de Ciencia, Pesca, Previsión Social y Educación Superior.
Le siguen, al menos hasta ahora, la Municipalidad de Vitacura, la Superintendencia de Educación Superior, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), el Sistema de Empresas Públicas y algunos servicios locales de Educación y Salud.
El rostro tras Salaam
Quien aparece como dueño y responsable de la empresa Salaam es Nicolás del Pino Méndez, quien la inscribió por primera vez en 2018 junto al colombiano Charlie Oveewan Traiana Banguera. Desde entonces, ha sufrido varias modificaciones y en la actualidad opera con Del Pino Méndez como único dueño y accionista.
De acuerdo con los registros de Mercado Público, Salaam ha ganado contratos con el Estado entre diciembre de 2024 hasta la fecha, más de $474 millones, mayoritariamente con sectores como Salud, Gobierno Central, universidades, Fuerzas Armadas y municipalidades.
En 2024, Salam se adjudicó concursos por más de $1.358 millones. De esa cifra, casi el 54% está centrado en el gobierno central y casas de estudio. Un 19% lo lleva el MOP y un 15,56% son servicios para las Fuerzas Armadas.
Para 2023, las cifras de Mercado Público indican que Salaam recibió más de $817 millones de sectores similares a los anteriores. En 2022, en tanto, fueron 182 millones. En ese entonces, su principal cliente fueron las FFAA, con un 74% del total transado.
En Mercado Público Salaam se encuentra habilitada para todos los efectos y mantiene una alta puntuación como proveedor, salvo una sanción impuesta el pasado 24 de julio por el Sistema de Empresas Públicas (SEP), precisamente a partir del incumplimiento en el contrato de licencias de software.
Consultada la entidad, informó que los hechos fueron puestos en conocimiento del CDE y que el sistema interno sigue operativo por las medidas internas adoptadas, previo término anticipado del contrato con Salaam por poco más de $4 millones.
De Chile a Miami beach
Nicolás del Pino Méndez se identifica en su red Linkedin como un empresario dedicado a la venta de tecnología. Junto con mantener Salaam, constituyó en Miami, Estados Unidos, una compañía del mismo giro: “Endipi”.
Ingresó al sistema del estado de Florida en julio de 2024 y en mayo de 2025 presentó su primer informe financiero ante la autoridad, de acuerdo a los registros públicos de ese país.
Se trata de una Empresa de Responsabilidad Limitada (LLC, por sus siglas en inglés), cuya dirección corresponde a una zona donde no existen oficinas. En tanto, la creación de la sociedad está suscrita por ministros de fe dedicados a inscribir este tipo de instrumentos.
Las LLC en Estados Unidos han sido criticadas por su eventual uso en maniobras de lavado de activos, en particular en el paraíso fiscal del estado de Delaware.
Para los efectos formales, los bienes que puede tener la compañía están separados del sujeto que la creó y, ante cualquier eventualidad, puede dificultar acceder a esos activos desde el extranjero si son requeridos por una instancia judicial para su recuperación.
El vendedor del vendedor
Los hechos quedaron al descubierto para las entidades estatales a mediados de julio, cuando recibieron un correo de la empresa Zona Portátil (ZP), quien a su vez vendía las licencias a Salaam.
En dicho mail, ZP explicaba que al no recibir los pagos por las autorizaciones para distintos softwares de parte de Salaam, se veían en la obligación de rescindir el uso de las licencias que ya estaban pagadas por la autoridad.
El primero en tomar acciones para evitar que las 300 licencias (por más de $30 millones) adquiridas a Salaam caducaran, fue el Servicio Nacional de Migraciones, a través de un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, tal como lo reveló Informe Especial.
Ante ello, el tribunal de alzada capitalino acogió en favor del Sermig una orden de no innovar y —según dijeron en la entidad— el problema está solucionado, al menos en lo inmediato.
Una bola de nieve
Con todo, el mecanismo que deberá indagar la Fiscalía tiene ciertas complejidades. La empresa Salaam postulaba a licitaciones públicas vendiendo licencias de software, básicamente de Microsoft. Las autorizaciones digitales las adquiría a Zona Portátil, a la que pagaba mensualmente, pese a que recibía de inmediato el pago total del contrato con las entidades públicas.
De acuerdo a Ronald Sánchez, patrocinante de ZP, comenzaron a trabajar con Salaam en 2024 y jamás presentó un problema de liquidez ni malos antecedentes en los registros de Mercado Público.
Sin embargo, a principios de 2025, Salaam dejó de pagar y ZP por meses mantuvo el uso de licencias del Estado.
El asunto es que ZP adquiría —a su vez— las licencias a la empresa Intcomex, la principal distribuidora de Microsoft. De esta manera, como Salaam no le pagó a ZP, Intcomex también cortó el servicio a esta última, según detalló el abogado Sánchez. De acuerdo a este último, Salaam le adeuda más de $600 millones a su cliente.
Atendidas las dificultades financieras, a mediados de julio ZP envió un correo electrónico a todas las entidades públicas que trabajaron con Salaam para informarles de la situación. De allí todo se convirtió en una bola de nieve, porque muchas de las instituciones nombradas desconocían la situación.
De hecho, podrían existir —incluso— certificados falsos aportados por Salaam a Mercado Público.
A quiebra por "la pandemia"
El problema que enfrentan hoy las entidades públicas y las empresas privadas, entre ellas ZP, es que Salaam inició un proceso de insolvencia (otrora conocido como declaración de quiebra) en la justicia civil.
De acuerdo con los registros a los que accedió IE, la acción judicial fue interpuesta el pasado 22 de julio, y detalla que la firma “no cuenta con la liquidez necesaria para atender al pago de las deudas contraídas en su condición de deudor y especialmente en su calidad de microempresa”.
“Esta empresa, producto de la pandemia que azotó al país, comenzó a tener graves problemas económicos a comienzos del año 2022, los cuales se han mantenido hasta la fecha, lo que se tradujo en un estado de insolvencia grave que le hace imposible pagar sus obligaciones pecuniarias”, afirmó en su presentación.
Según los documentos que adjuntó Salaam al tribunal, su deuda actual asciende a más de $992 millones. Su principal acreedor es Zona Portátil con $650 millones. Le sigue el Banco de Chile con $261 millones y la Tesorería General de la República con poco más de $45 millones.
Entre los bienes que propuso para generar dinero y pagar sus deudas se encuentran artículos menores de oficina, herramientas, dos estacionamientos y dos vehículos.
IE consultó a su abogado patrocinante en el trámite judicial, Javier González, quien indicó que su misión solo está centrada en el ámbito comercial.
Explicó que el caso se tramita con normalidad y que su cliente puso a disposición todo su patrimonio para hacer frente a las deudas que enfrenta. Por último, dijo desconocer la causa penal y que Del Pino tuviera alguna sociedad constituida en Miami.
En tanto, se intentó obtener una versión de parte de este último, pero hasta el cierre de esta edición no fue posible.
Por su parte, si bien el sitio web de Salaam se encuentra activo, solo es posible ver el frontpage, donde apenas se lee una frase: “Estamos construyendo algo increíble. Muy pronto está página estará disponible. Gracias por tu paciencia”.