El crimen organizado es un concepto conocido por todos en Chile. Hace algunos años lo que parecía ser sólo un guión de películas, se vive en calles y barrios. Extorsiones, secuestros, portonazos, homicidios, entre otros delitos, son parte de la cotidianidad.
La instalación del Tren de Aragua en Chile —proveniente desde Venezuela— ha traído desde 2018, aproximadamente, un aumento sostenido de bandas criminales operando en suelo nacional.
En noviembre del año pasado la Fiscalía Nacional entregó el primer informe sobre Crimen Organizado en Chile, en el que se habla de una “creciente presencia de organizaciones extranjeras, principalmente organizaciones sudamericanas, que han integrado sus operaciones en el país".
En el documento se responsabiliza al tráfico de drogas “como el núcleo de la criminalidad organizada en Chile, consolidándose como el principal motor de otras actividades delictivas conexas, como el lavado de activos, los homicidios y los delitos de la ley de armas”.
De acuerdo al reporte, “estas organizaciones utilizan a Chile como punto de tránsito y base operativa para actividades ilícitas, como el tráfico de drogas, de migrantes y delitos predatorios. Su presencia ha incrementado los niveles de violencia debido a disputas territoriales con grupos locales, lo que complica aún más la respuesta de las fuerzas del orden”.
Pilar Lizana, directora ejecutiva de Volpe Consulting y experta en crimen organizado, coincide en que el escenario de seguridad ha cambiado en nuestro país. "Hace 15 años estábamos muy preocupados en cuanto al robo en viviendas no habitadas, un robo que más bien no incorporaba mucha violencia. No hablábamos de asaltos a mano armada en la vía pública, y con la llegada de las bandas organizadas extranjeras empezaron a arribar a Chile otras metodologías delictuales y también empezó a llegar a Chile otra forma de aproximarse a la violencia”.
Agrega que “ha aumentado la violencia, esa violencia también tiene que ver sin duda con la llegada de bandas extranjeras” y sobre todo con este “contagio criminológico” que se va generando entre bandas extranjeras y locales.
Por su parte, Pablo Zeballos, investigador de crimen organizado y economías ilícitas, sostiene que “las bandas criminales extranjeras, con la capacidad de controlar y someter territorio y desafiar al Estado, las empezamos a ver a partir aproximadamente del 2017; que empiezan a activarse muy fuerte con el ingreso del Tren de Aragua, que es el 2018”.
En ese sentido, enfatiza que antes de 2017 había crimen organizado, pero la irrupción era más silenciosa. Luego con la llegada de las bandas internacionales cambiaron los métodos.
Informe Especial tuvo acceso a la lista actualizada de la Fiscalía Nacional sobre las organizaciones criminales transnacionales más relevantes que a abril de 2025 funcionan en Chile.
Si bien varias de las bandas identificadas han hecho noticia por la desarticulación de sus miembros, en rigor no es posible confirmar si efectivamente las organizaciones criminales se han extinguido en ese hecho o han encontrado nuevas formas de sobrevivir.
“Estamos en un escenario, en una atmósfera criminal hiperdiversa, donde no necesariamente lo que decimos como ‘esta organización ya fue absolutamente desmantelada’, es cierto. En la medida que no tengamos certeza que la organización tiene la capacidad de seguir operando dentro de las cárceles. Pero esta no es una realidad chilena, es una realidad latinoamericana. Las cárceles se están convirtiendo en centros donde las organizaciones criminales siguen operando, a veces si tienen el resguardo o tienen la capacidad de hacerlo con algún tipo de fuerza en el exterior”, explica Pablo Zeballos.
Glosario criminal
Tren de Aragua (TDA): Organización criminal de origen venezolano. Tiene presencia en distintos países de América Latina. En Chile, el TDA tiene “plazas” en distintas ciudades del país. Las principales son Arica, Iquique, Viña del Mar, Santiago, Talca, Concepción y Puerto Montt. Sus principales víctimas son venezolanos y otros migrantes.
Los Gallegos: Es una organización criminal de origen venezolano, célula del Tren de Aragua. Están focalizados en Arica, donde se dedican a distintos delitos, entre ellos algunos predatorios.
Los “Shottas”: Organización criminal de origen colombiano. Nace de la ruptura interna de “La Local”, nacida el 2016 en el puerto de Buenaventura. Se dedican al narcotráfico, al tráfico de armas de fuego y a la extorsión.
Los Espartanos: Organización criminal dedicada al narcotráfico, tráfico de armas y la extorsión. Su origen es colombiano y surgió de la misma ruptura interna de "La Local". En la Región Metropolitana se han instalado en el histórico Barrio Franklin, según detalla el informe.
En febrero pasado el periodista Néstor Rosanía, especialista en conflictos armados de Colombia, dijo a 24 Horas que “Los Espartanos” tiene muchos negocios ilícitos con nexos, desde tráfico ilegal de combustibles hasta extorsión y secuestro.
Los Pulpos (nueva Generación): Es una organización criminal de origen peruano, específicamente de la zona de Trujillo. Johnsson Cruz es sindicado como su líder y está acusado de haber cometido más de 100 homicidios.
La banda, que pasó de los hurtos a la extorsión, apareció en febrero de 2023 en Chile, cuando en una discoteca de la comuna de Independencia se generó una intensa balacera que dejó una persona muerta. El fallecido estaba relacionado con “Los Pulpos”.
”Los Melean”: Son de origen venezolano, están también instalados en Colombia y Chile. Su líder en Venezuela, Antonio Melián, fue asesinado en 2008; en nuestro país, el cabecilla local fue detenido en febrero de 2022. Se dedican principalmente a las extorsiones a comerciantes. Se cree que llegaron a territorio nacional escapando de la persecución policial de los otros dos países.
“Los Orientales”: Es una organización que nació en Venezuela. Fueron conocidos en Chile por una investigación que involucraba la trata de personas con fines de explotación sexual, sobre todo de menores de entre 14 y 17 años. De hecho, en abril de 2023 se desarticuló un punto de operación en el Portal Fernández Concha en plena Plaza de Armas de Santiago.
Los Valencianos: organización delictual de origen venezolano. Sus actividades criminales se relacionan con el tráfico de drogas, extorsión, secuestro y homicidio. Son conocidos como una de las bandas rivales más importantes del Tren de Aragua, principalmente porque les disputan los territorios para operar.
Los del Callao: de origen peruano, sus integrantes cometen sicariato, extorsión, tráfico de drogas y delitos contra la propiedad.
Los Trinitarios: son una organización criminal de origen dominicano y dedicada al narcotráfico, tráfico de armas, delitos contra la propiedad, homicidios y secuestros. La agrupación nació en 1992 en la cárcel de Rikers Island en Nueva York. Su presencia ha sido verificada en distintos distritos y áreas de Estados Unidos.
En abril de 2024 la Policía de Investigaciones realizó un masivo operativo en 17 comunas de la Región Metropolitana, focalizado especialmente en la toma Nuevo Amanecer de Cerrillos. Allí detuvieron a 41 miembros de Los Trinitarios. Días después fueron formalizados.
Nuevas bandas
A las bandas recién descritas se suman otras seis que la Fiscalía Nacional reveló a Informe Especial, luego de realizar “una consulta a todos los enlaces regionales”. Aunque no todas las zonas respondieron, hasta el 29 de abril se pudieron pesquisar las siguientes organizaciones criminales:
Banda de La Negra: Está integrada mayormente por ciudadanos de nacionalidad dominicana. Opera en las regiones de Biobío, Ñuble y Metropolitana (Santiago).
Los Parceros: Dicha agrupación está conformada principalmente por ciudadanos venezolanos y colombianos. Este grupo ha extendido su accionar hacia la Región de La Araucanía, específicamente en la comuna de Angol.
“Hermanos Cartier”: Es una célula del Tren de Aragua que, de acuerdo con la información recopilada, opera en la Región de Los Lagos.
“Los Piratas”: Al igual que la anterior, es una célula del Tren de Aragua que mantendría sus operaciones en la regiones de Tarapacá, O'Higgins, Los Lagos y Metropolitana.
La organización cobró protagonismo con uno de sus soldados: Yolvi González, el delincuente venezolano de 22 años que fue detenido por el crimen del teniente de Carabineros Emmanuel Sánchez en Quinta Normal; y quien mientras era esposado sonrió jactancioso a la prensa.
Al principio negó el crimen, pero las cámaras de seguridad lo delataron. Pero la historia no acaba ahí, puesto que la Fiscalía encontró en su celular una pista trascendental sobre su recorrido criminal: una foto que lo implicaba directamente con el secuestro y asesinato del militar venezolano Ronald Ojeda.
Asimismo, Los Piratas de Aragua también han sido relacionados con casas de torturas. En febrero pasado varios de sus miembros fueron formalizados por distintos delitos.
“Hijos de Dios”: Con presencia en la Región de O'Higgins, son conocidos como una de las células más sanguinarias del Tren de Aragua. Se dedican a los secuestros, extorsión, trata de personas, explotación sexual y homicidios.
“Bang de Fujian”: Están dedicados principalmente al narcotráfico y trata de migrantes. Sus integrantes son de origen chino; y sus operaciones han sido descubiertas en la Región de O'Higgins, donde se incautaron más de cuatro mil plantas de cannabis. También están presentes en Santiago y Valparaíso.
“Es absolutamente identitaria de China y es muy difícil, por su naturaleza, que tenga dentro de su estructura funcional o directriz a integrantes de otras nacionalidades. Pero sí tiene que operar o interoperar con estructuras locales, con proveedores locales, con proveedores de la cuota nacional”, agrega Pablo Zeballos a la descripción.
"Join venture" delictual
El nuevo escenario, con protagonistas distintos, abre nuevos desafíos en seguridad. La experta en crimen organizado, Pilar Lizana, advierte que —en los próximos años— más que al aumento de nuevas bandas “tenemos que estar muy alerta en el aumento de la actividad criminal asociada a estas bandas; en el sentido que podemos estar hablando de una sola banda, pero que pueda ampliar su economía ilícita”.
Lizana pone otro factor sobre la mesa: “El corredor bioceánico que se anunció hace unas semanas y que une por tierra el Óceano Atlántico con el Pacifico desde Santos, en Brasil, hasta Antofagasta. Ese corredor entrega una infraestructura sumamente relevante para el desarrollo de la región, para la conectividad, desarrollo de los negocios; pero también ese corredor tiene una oportunidad para transformarse en infraestructura que pueda ser utilizada por las organizaciones criminales para el desarrollo de sus economías ilícitas”.
Asimismo, indica que podemos llegar a observar la rearticulación y consolidación de las bandas extranjeras. “Los clanes familiares en este minuto están en un momento de reacomodo, entonces lo que podríamos empezar a ver después de las disputas territoriales y la violencia tiene que ver con la integración de ciertas bandas, que empiezan a trabajar juntos y formen verdaderas “join venture” (empresa conjunta) entre internacionales y nacionales”.
Zeballos agrega que la diferencia del crimen organizado con la delincuencia común es principalmente que el primero tiene como objetivo permanecer en el tiempo, y para ello necesita espacios para explotar economías ilícitas y condiciones sociales que permitan el fenómeno.
“Las economías ilícitas en el país siguen siendo muy potentes, ofrecemos puertos, cárceles (...) y las condiciones sociales parecen no cambiar para tener, por lo menos, un consenso de cómo enfrentar esto. Y una de las lógicas de permanencia en el tiempo es el reclutamiento temprano de niños y adolescentes. Y eso te va marcando este loop que es bastante infernal, pero que es parte de lo que observamos siempre en América Latina”.