Click acá para ir directamente al contenido
Informe apunta a la participación de adultos

INBA: las huellas de la tragedia que golpeó a la educación pública

Claudio Arévalo y Abner Machuca

Miércoles 20 de agosto de 2025

A 10 meses de la explosión en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), la investigación continua desformalizada. Informe Especial reconstruyó qué ocurrió ese 23 de octubre de 2024 mediante imágenes, videos, declaraciones y entrevistas inéditas. La única imputada en el caso, rompió el silencio y enfrentó las cámaras para entregar su versión. Aún así, todavía surge la interrogante ¿En qué calidad quedarán los jóvenes involucrados?

ADVERTENCIA: Hemos tomado precauciones para proteger la identidad, los derechos y la privacidad de los menores de 18 años involucrados en la tragedia del INBA.

23 de octubre de 2024.

—Ya central, para que consigne... al interior del Internado Nacional Barros Arana, en el sector de los baños, aparentemente alumnos habrían estado preparando bombas molotov con bastante combustible.

Imágenes inéditas, a las que tuvo acceso Informe Especial, registraron lo ocurrido minutos después de la tragedia más grande que recuerde la educación chilena. Aquella jornada, una explosión al interior de un baño dejó a 33 estudiantes y dos profesores heridos.

Documentos clave de la investigación, videos exclusivos y entrevistas permitieron reconstruir qué ocurrió ese día.

Por primera vez también decidió hablar en cámara la exrectora del INBA, María Alejandra Benavides, a la fecha la única imputada en el caso.

—¿Cuántos de los heridos ya tenían antecedentes por hechos de violencia?
—La mitad —reconoció en conversación con Informe Especial.

¿Quiénes son los responsables de la tragedia del INBA? A 10 meses de lo ocurrido, la investigación continua desformalizada. También surge la interrogante ¿En qué calidad quedarán los jóvenes involucrados? ¿Son víctimas, testigos o presuntos autores? Entre tantas dudas, hay una gran verdad: a pesar de la gravedad de los hechos, la violencia sigue descontrolada en este liceo emblemático de Santiago.

La lista negra

23 de octubre de 2024, 10:40 horas.

Ese miércoles, los cuartos medios cumplían la tradición de subir al techo del Internado Barros Arana. La idea era extender un lienzo con una lista negra antes de terminar el año escolar. A la vista, los protagonistas fueron más de 10 encapuchados con overoles blancos.

Declaración funcionaria INBA

—Era un grupo como de 20 o 30 alumnos todos encapuchados, de hecho las molotov se las vi que las llevaban en las manos, algunos con una en cada mano e incluso algunos con más de una.

—Lo que vi fue muchos bidones, varios de cinco litros y también mucha botella de vidrio que se ocupa para eso —contó Benavides.

Una amplia masa de encapuchados bajó desde el tercer piso y encaró a los estudiantes que no querían sumarse al grupo. Una multitud descontrolada que cruzó el patio, en un recorrido que terminó en el baño de la explosión, según consta en varios registros previos a la tragedia.

Aterrizaje problemático

—La previa a mi llegada fue bien convulsa, cuando llego me encuentro un petitorio sobre la mesa y una comunidad que lo único que quiere es que alguien ponga orden —aseguró la exrectora.

Así lo reafirmó el exdirector de Educación de la Municipalidad de Santiago, Rodrigo Roco: 

—Entre marzo y abril de 2022 hay graves hechos de violencia, entre ellos la quema de dos buses del transporte colectivo, agresiones, en fin —afirmó.

En efecto, los liceos emblemáticos entraron en un espiral de violencia desde el 2017, siendo el 2022 el año más convulso. En este contexto crítico asumió María Alejandra Benavides, la cuarta rectora en la centenaria historia del Internado. Después de nueve meses, decidió romper su silencio con Informe Especial.

—Lo que me encuentro es un colegio que estaba no normado, mucho estudiante sin clases, deambulando por el colegio, consumo de todo tipo de cosas. Había mucho miedo, pero en la medida que fuimos ordenando la gente pudo empezar a trabajar con mayor resguardo.

Las cifras registran que, desde la llegada de Benavides, sólo hubo tres hechos de violencia el 2024 en el INBA. Sin embargo, el 23 de octubre hubo indicios desde muy temprano de que algo podía ocurrir.

"Hoy se viene"

23 de octubre de 2024, 07:50 horas.

Declaración funcionaria INBA

—Mientras me encontraba ejerciendo mis labores normales, recibí comunicados de alumnos, que no identifiqué, los cuales me mencionaron textualmente: "Hoy se viene", haciendo alusión a desmanes o a lo que entendemos como "Bajada de los cuartos medios". Es extraño que los alumnos a los cuales usualmente veo llegar tarde, tipo 9 o 10 de la mañana, llegaron antes de las 8.

—Se rumoreaba que había una posibilidad.... entonces nos quedamos ahí y efectivamente los jóvenes nos pillaron, se tomaron una sala y se cambiaron en una sala, no en el baño donde en años anteriores lo hacían de manera permanente. Nos pillaron desprevenidos, y nosotros activamos todos los protocolos —contó la exrectora.

Declaración funcionaria INBA

—A eso de las 10 y media pasan unos 50 capuchas con botellas y bidones de bencina, además de botellas de cervezas... las cuales venían hechas como molotov.

De acuerdo con las fotografías que constan en la investigación, la preparación de los artefactos explosivos en el techo quedó registrada en el drone de Carabineros a las 10:47 horas.

En uno de los videos grabados por alumnos, quedó constancia del temor de uno de los estudiantes.

—Estoy nervioso, no sé qué van a hacer estos —dijo.

Apertura fallida

Siete minutos después del despliegue de la lista negra y el lanzamiento de bombas molotov hacia el patio, se dio paso al despacho. Es decir, al protocolo para que los alumnos y funcionarios puedieran retirarse del recinto.

—Entonces, al dar el despacho por San Pablo, los jóvenes van, un grupo importante de los que estaban encapuchados, hacia el sector de San Pablo. Y otros se van al sector de la rectoría, que estaba cerrada con llave, y tratan de romper la reja. Llego yo, y les pido que por favor no rompan la reja y se van hacia el sector de San Pablo —recordó Benavides.

El protocolo interno señalaba que la salida era por calle San Pablo, ya que el acceso principal por Santo Domingo permanecía cerrado. Sin embargo, según la exrectora, hubo problemas para abrir el portón esa mañana. 

—La persona que lo tenía que abrir, al dar la vuelta y encontrarse con todo esto se demora en llegar y ahí no pudo pasar.

Declaración funcionaria INBA

—Se demoraron mucho en abrir los portones de acceso una vez que dijeron que debíamos retirarnos. Al cerrar ambos lados, digo San Pablo y Santo Domingo, el único ingreso y salida era por el pasillo del baño.

Al menos 80 alumnos se aglomeraron en los alrededores del baño del patio. Según los registros, algunos pasaron por ahí y otros empezaron a sacarse los overoles. A las 10:55 horas apareció la primera columna de humo, según el registro de Carabineros.

—Yo estaba en un costado y empiezo a ver color de fuego adentro. Estoy con el subdirector y le digo: "Están quemando"... normalmente lo que se hace es que se sacan las ropas (overoles blancos), las prenden y queman. Me dice: "¿Estarán quemando los overoles?" y sentimos la explosión. Se prende todo el pasillo, que tenía bencina, nosotros arrancamos hacia resguardo y volvemos a entrar y comienzan a salir los jóvenes quemados.

Mezcla explosiva

Según declaró un querellante del caso, una casual combinación abrió paso a la tragedia. De acuerdo a su versión, la escena fue así: un encapuchado prendió fuego a su overol. En paralelo, otro tiró una molotov. Y si bien habría estado apagada, esparció su combustible sobre los elementos que ya estaban ardiendo.

Declaración querellante Caso INBA

—Un encapuchado se saca su overol, con el que iba vestido y le prende fuego en el baño para, acto seguido, otro encapuchado proceda a tirar un elemento incendiario, consistente en una molotov que se encontraba apagada, pero que golpea en la pared del baño. Esparciendo así el combustible acelerante y combustionando gracias al fuego del overol que ya se encontraba ardiendo.

—¿Pensaste que había muertos?
—Lo pensé, pero siempre tuve la esperanza que no. Yo no sabía lo que estaba explotando. Si era lo que después supimos, que eran los gases de la bencina, o que podía ser un artefacto explosivo —admitió la exrectora.

Informe Especial accedió a la declaración de uno de los jóvenes involucrados. Si bien algunos detalles de los minutos de dolor y horror son irreproducibles, su testimonio es clave para entender cómo ocurrió la tragedia.

Declaración estudiante lesionado

—Me quemé porque estaba adentro del baño cuando se produjo la explosión de las bombas molotov, que estaban tratando de deshacerse de ellas los otros alumnos que entraron hasta el fondo del baño. Primero escuché los gritos de mis compañeros, luego sentí el fuego por mis pies, salí corriendo, sentía caliente abajo, y al salir vi mi herida en el tobillo izquierdo.

—Gritábamos: "¡¿Hay alguien más adentro?! y no había nadie más. Para mí fue una sorpresa tremenda enterarme que habia nueve niños en riesgo vital, cuando uno los vio salir hablando —reconoció la exrectora María Alejandra Benavides. 

Caos interno

Las mesas de Ping Pong se transformaron en camillas clínicas. En esos momentos, simplemente imperó el caos. 

Declaración funcionaria INBA

—Un profesor tenía un auto a la mano, pero debo hacer presente que, en todo este rato, el portón de acceso seguía cerrado y no se abría. En eso pasaron sus buenos minutos, lo cual a mi parecer es grave. Cuando se abrió el portón a este chico lo subimos como pudimos como copiloto y lo llevaron para allá junto a otros tres alumnos.

—Efectivamente, teniendo estudiantes quemados, todavía estaba el portón en espera de abrir. Por eso que apenas se abre salen estos docentes con los jóvenes —recordó la exrectora.

Declaración funcionario INBA

—Me fui a mi auto para poder prestar ayuda a algún estudiante lesionado, y de repente abrieron el portón, no sé quién, y tomo dos alumnos que estaban prácticamente quemados en gran parte del cuerpo.

Di instrucciones categóricas de que no sacaran a ningún estudiante más si no salía con ambulancia. Lo dice nuestro reglamento, pero también era qué pasaba con un profesor si un alumno se moría en su auto. Yo entiendo y acompaño a los profesores que tomaron esa decisión, pero podríamos estar contando otras historias si hubiese ocurrido algo así —explicó Benavides.

Otro testimonio clave es el que aportó el Coordinador de Seguridad de Santiago, Andrés Córdova. 

—Llegamos por San Pablo... estacionamos el vehículo y al entrar el ingreso fue desolador —detalló.

En total, 24 ambulancias se instalaron en el patio. Las cámaras corporales de seguridad municipal revelaron parte de lo que se vivió ese día: profesores totalmente consternados y el baño prácticamente irreconocible.

—Nos encontramos con botellas que tenían bencina en su interior. Era evidente que se estaba almacenando algún tipo de acelerante al interior de los baños —contó el coordinador municipal a Informe Especial.

"Vivir la experiencia"

Mientras María Alejandra Benavides estuvo al mando del INBA, hubo 24 expulsiones por faltas gravísimas y ocurrieron menos tomas que años anteriores. Sin embargo, esta tragedia remeció esa estadística, la historia del INBA y, de paso, la seguridad de dicho liceo emblemático. 

El jueves 23 de octubre de 2023, 33 alumnos terminaron heridos, nueve con quemaduras graves y cinco de ellos con riesgo vital. Dos profesores también resultaron lesionados. En total, la evacuación de los afectados demoró una hora y veinte minutos.

—¿De esa cantidad de alumnos, cuántos ya tenían antecedentes por hechos de violencia?
—Varios. Varios de los que estaban ahí ya habían tenido un procedimiento por estar participando en la masa, como se le llama, o estar en situaciones de riesgo con respecto a este tema —remarcó la exrectora.
—Varios es ¿la mitad? ¿Menos de la mitad?
—Yo podría decir la mitad —afirmó.

La presidenta del Centro de Apoderados del INBA, Loreto Pardo, es tajante.

Portando una bomba molotov, (con la) que tú le puedes provocar daño a otras personas, ya no eres una persona de bien. Eres un delincuente. Y legalmente sí se puede llegar a perseguir si es descubierto.

Declaración estudiante lesionado

—Yo me puse el mameluco blanco porque quería vivir la experiencia, ver qué se sentía, era la primera vez que lo hacía. Cuando digo vivir la experiencia, era que quería acompañar a los que estaban encapuchados y tiraban bombas molotov y fuegos artificiales.

—Cuando tú les preguntas: "¿Por qué estás en esto?", hay harto relato distinto. Hay jóvenes que tienen una convicción, también hay estudiantes que me han dicho: "Rectora, al final, si yo no lo vivo no fui inbano" —relató Benavides. 

Bajo dicho escenario, para el alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), hay un solo camino: la investigación penal.

—Es donde podemos llegar al corazón de este problema. Son más de 30 estudiantes, todos involucrados en la manipulación de estos elementos. Hay adultos. Por lo tanto, en esa investigación deberían surgir los antecedentes que permitan desbaratar a toda la red que está detrás —enfatizó el jefe comunal. 

Sumario reabierto

Después de nueve meses, la exrectora reflexionó sobre ese trágico miércoles.

—Lo que me arrepiento es que apenas el inspector me avisa que se están cambiando en el patio, no haberme ido para allá. Estábamos ya en disposición de entrar a hablar con quienes se están queriendo manifestar violentamente. Esa era mi intención, y me quedé allá pensando que podían otros jóvenes sumarse. Hoy, de eso me arrepiento. Debí haber ido a conversar con estos jóvenes que se habían tomado esa sala y se estaban cambiando.

Días después de la explosión, el Ministerio Público ordenó requisar el teléfono y el computador de María Alejandra Benavides, suspendida en marzo de 2025 y desvinculada cinco meses después. Es hasta ahora la única imputada en el caso. 

La investigación puso el ojo sobre una declaración que se le adjudica, dicha minutos después de la explosión. 

—¿Te acuerdas de lo que escuchabas entre profesores?
—Ellos dijeron que pudieron haber hecho más —rememoró el coordinador de seguridad, Andrés Córdova.
—¿A qué se refirieron con esto?
—Que lo respondan ellos.

Un registro en video, al que accedió Informe Especial, ratificó dicha versión en palabras de la propia María Alejandra Benavides.

23 de octubre de 2024. Cámara corporal de seguridad municipal. 

—El colegio en general sabía que algo iba a pasar. Se sabía que algo iba a pasar. Podríamos haber hecho algo antes... pero esto nos llama a darnos cuenta que tenemos que tomarnos esto en serio. Es produndamente grave. Muchos niños están muy graves. No debería pasar más esto.

La propia exrectora explicó sus declaraciones en el día de la tragedia.

—Eso corresponde a la reproducción que yo hago de esas frases que emitieron adultos fuera del colegio, en el portón propiamente tal, habían algunos apoderados que nos acusaban o gritaban de que efectivamente "en el colegio de sabía que esto iba a pasar y no hicimos nada por detenerlo". Entonces cuando conversamos ahí con los funcionarios yo expreso eso y digo, y lo sigo sosteniendo siempre: "Que si alguien sabe o sabía de esto, entregue esa información".

—Hubo negligencia —afirmó por su parte la presidenta de los apoderados—, porque sí se sabía que había fechas donde se tiraba la "bajada de los cuartos medios". Ellos no tomaron las medidas correspondientes, no tuvo la previsión de revisar, porque esto se podría haber evitado —enfatizó. 

Un proceso administrativo de la Superintendencia de Educación concluyó que, el día de la tragedia, el INBA no cumplió con la aplicación de reglamento y protocolos internos. La entidad también aseguró que al menos 14 extintores tenían sus cargas vencidas.

También se reabrió un sumario administrativo de la Municipalidad, por orden del actual alcalde de Santiago, Mario Desbordes. Para el exdirector del Departamento de Educación Municipal (DEM), Rodrigo Roco, fue una decisión difícil de entender.

—Me preocupa que eso se haya usado, por ejemplo, para separar a María Alejandra Benavides de su responsabilidad como rectora.
—¿Pero había conclusiones?
—Las conclusiones eran que no, que no había habido negligencias funcionarias que pudieran explicar el hecho.

La actual directora del DEM, Pilar Sazo, explicó por qué se tomó esa determinación.

—El sumario que se inició luego de los hechos, entre octubre y noviembre de 2024, fue cerrado y sobreseido. No se tomó declaracion a nadie.
—¿Y qué le dice eso, que no haya declaraciones?
—Que estaba abolutamente incompleto, que no se investigó.

¿Cómo se financia la violencia?

Hoy por hoy, el ambiente no es el mejor entre los apoderados del INBA. Hay reuniones ante los reiterados hechos de violencia que se creían iban a disminuir tras la explosión.

—¿Cuánto tenemos que esperar? Por esas siete personas mis hijos están perdiendo clases —reclamó un apoderado en medio de una discusión en las puertas del recinto— ¿Por qué no erradicamos esto? —insistió.

La Fiscalía, que declinó una entrevista para este reportaje, investiga hace 10 meses el caso y, de momento, no tiene formalizados. Pero diversas pistas, eso sí, apuntan a una evidente planificación el día de la tragedia.

Muestra de ello es el hallazgo de al menos tres fuegos de artificio modificados, uno de ellos no activado durante esa jornada; además de 20 bidones sin utilizar encontrados en los baños, según los reportes de la seguridad municipal. 

—¿Viste o presenciaste influencias externas?
—No, lo que sí detectamos fue alumnos de otros liceos adentro del colegio en algunos momentos. Lo que nosotros veíamos era que efectivamente venían a apoyar las acciones de este tipo. Después eso fue bajando, nunca yo pude ver a un adulto en esto —afirmó la exrectora. 

No obstante, el alcalde Desbordes puso en entredicho esa apreciación.

Hay adultos, hay financiamiento ¿Cuánto vale un overol blanco? ¿Cuánto vale el combustible que han usado? ¿Cuánto valen los elementos complementarios del combustible para armar una molotov? Incluso ácidos. Estamos hablando de millones de pesos gastados al año —recalcó el jefe comunal.

Luego de la tragedia del 23 de octubre, la Dirección de Educación Municipal, en ese entonces a cargo de Rodrigo Roco, envió a Fiscalía un informe que apuntó a la posible participación de adultos en hechos violentos en liceos emblemáticos. Dicho reporte advirtió que habría ayuda económica para costear implementos y un supuesto modus operandi en relación a estos episodios.

—Las situaciones de violencia recurrente terminan siendo convenientes para la agenda del que quizás quiere irse más temprano, o la agenda del que está haciendo microtráfico. También, ciertamente hay grupos anarquistas que tienen como bandera generar disrupción, generar caos.

Alumnos "soldados"

Sólo en 2025 más de 100 hechos violentos se han registrado en establecimientos emblemáticos. De ellos, más de 30 sólo en el INBA. En los últimos, un adulto, exalumno del Instituto Nacional, fue detenido. Por lo tanto, la participación de adultos es un hecho, según las actuales autoridades educacionales municipales.

—Hay adultos, hay fotos de personas cercanas al colegio en los mismos instantes que salen los chiquillos, que se entregan cosas, que se entregan teléfonos, que se entregan cosas a través de la reja —enfatizó el actual rector interino del INBA, Gonzalo Saavedra.

Pilar Sazo, directora del DEM, ahondó en el mismo punto. 

—Cuando hay estas salidas, de capuchas o de violencia, sin dudas en los tiempos después de estas salidas tiene que haber el apoyo de algún adulto, porque desaparecen rapidamente o los elementos que tienen para iniciar la violencia no están a la vista. Podríamos preguntarnos de dónde salen —remarcó.

Luego de la salida de María Alejandra Benavides y el retorno de Gonzalo Saavedra a la rectoría la violencia se profundizó: amenazas de muerte, el lanzamiento de acelerante a un inspector del Internado y la agresión con una bomba molotov al propio rector.

Es clarísimo que hay organización de adultos detrás —insistió el actual rector—, y los chiquillos son soldados.

Se trata de un espiral de violencia que podría significar cambios. Hoy la Municipalidad propone clases virtuales y la instalación de pórticos biométricos en los ingresos. El futuro de los emblemáticos como el INBA se juega con cada una de estas decisiones.

—Estamos teniendo pérdidas, muchos apoderados se van a llevar a sus hijos del colegio, porque este es un tema de nunca acabar —anticipó la presidenta de los apoderados.

—Aquí hubo una decisión de encapucharse, de manipular bencina, que terminó de la peor manera —recalcó la exrectora Benavides—, y que puede ocurrir cada vez. Es el miedo que cada vez que se manipula bencina para esto, eso que ocurrió el 23 puede volver a ocurrir.

Más allá de los resultados de la investigación penal, hace casi una década estudiantes, apoderados y profesores viven en vilo debido a overoles blancos y capuchas que cada vez parecen ser más incontrolables. Pese a la evidencia mostrada, sigue existiendo una gran interrogrante ¿Cómo se erradica definitivamente la violencia de estos liceos emblemáticos?