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Las otras víctimas de Codelco y la comisión investigadora que alertó falencias de seguridad

Entre 2023 y 2024, en la Cámara de Diputados se analizaron todos los problemas operativos que complican a Codelco. Los problemas de seguridad no son nuevos. Previo a la tragedia del jueves, ya se habían conocido otros casos con negligencias graves. Como el de un trabajador accidentado que fue detectado al día siguiente. Resultó herido, pero murió de hipotermia porque no fue rescatado a tiempo.

Jonathan Flores Belmar

Jueves 7 de agosto de 2025

Nosotros estamos en la medianía de la tabla.

Hace solo un año y medio, el 15 de enero de 2024, en el marco de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre las normas laborales y de seguridad en Codelco, el gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la cuprífera estatal, Julián Mansilla, abordó el tema de las tasas de accidentabilidad.

Ante la instancia parlamentaria, el ejecutivo mencionó el ranking del Consejo Minero Mundial (International Council on Mining and Metals, ICMM), que publica los indicadores de fatalidad de varias industrias mineras a nivel mundial. Admitió que la compañía chilena no estaba entre las mejores y, mediante una analogía futbolística, dijo que aspiraban a mejorar. 

—Queremos ganar la Champions —dijo Mansilla, en alusión al torneo de clubes más importante de Europa—, y eso implica que nadie se puede morir en operaciones de Codelco —enfatizó. 

Sin embargo, la realidad dijo otra cosa. El pasado jueves 31 de julio, derrumbes al interior de la Mina El Teniente, el yacimiento de cobre subterráneo más grande del mundo, dejaron seis trabajadores fallecidos: Paulo Marín, Gonzalo Núñez, Carlos Arancibia, Jean Miranda, Alex Araya y Moisés Pavez.

Y si bien en la Cámara el gerente destacó que la tasa de fatalidad se ha reducido en un 90% en los últimos años, la muerte no ha dejado de rondar en la operación. 

El reemplazante

Días después de la intervención del gerente de seguridad, la comisión investigadora escuchó el reporte de Patricio Aguilera, director nacional del Sernageomin. 

En su presentación, detalló los repetidos incidentes con fallecidos que se han registrado en las minas de Codelco y las evidentes negligencias y faltas de protocolo que facilitaron eventos con desenlaces fatales, según las indagatorias del ente fiscalizador. 

Desde 2020 a la fecha, cada año han tenido que lamentar la muerte de algún trabajador. Dos de ellos precisamente en la mina El Teniente. 

El 16 de enero de 2023, por ejemplo, fue el caso de Frank Olguín Moriun, mecánico de 28 años. Trabajando para la empresa contratista Schwager Service, murió atrapado por el eje de una correa transportadora en la Planta de Chancado de Sewell. 

Según precisó Aguilera ante los parlamentarios, el accidente fatal se produjo porque no se hizo la detención ni bloqueo del equipo en movimiento. Sin embargo, hubo otras fallas adicionales según Sernageomin: faltaban protecciones de seguridad en el lugar y los fiscalizadores detectaron acumulación de polvo en el piso del acceso. 

—El trabajador no tenía experiencia en la actividad. Era un joven que estaba haciendo un reemplazo por vacaciones del titular y lamentablemente falleció ahí frente a su padre —reveló el director.

Falla de comunicación

Ese mismo 2023, a fines de junio, el complejo El Teniente registró su segundo fallecido: Osvaldo Bustamante Frías, electricista de 29 años de la contratista Zublin Internacional.  El reporte puntualiza que a eso de las 15:00 horas, una cuadrilla de cuatro trabajadores se encontraba realizando la puesta en marcha de un generador en medio del temporal e inundaciones que azotaron la Región de O'Higgins. La víctima sufrió una descarga de energía que obligó a trasladarlo al policlínico y, aunque intentaron reanimarlo, falleció en el lugar. 

La investigación de Sernageomin estableció que el accidente ocurrió porque no aplicaron correctamente el bloqueo de las fuentes de energía en la Subestación Eléctrica ni en el cable de alimentación del generador, cuya corriente provocó que se electrocutara. 

—El trabajador eléctrico no usaba elementos de protección personal. También es un tema de procedimiento —apuntó el director del Sernageomin—, porque los supervisores de Zublin tampoco se aseguraron que las personas estuvieran con los implementos adecuados.  

Para cerrar, Aguilera dio cuenta de un incidente similar al ocurrido el pasado jueves. Aunque en esa ocasión sólo se reportaron 12 lesionados menores y ningún fallecido. 

A fines de julio de 2023, a las 04:34 de la madrugada, un grupo de trabajadores de Zublin vivieron un evento sísmico de magnitud 3.0, que generó estallido de roca y dejó aislado a un trabajador en el Proyecto Andes Norte.

De acuerdo con la indagatoria, la Oficina de Monitoreo Sísmico de la División El Teniente no informó oportunamente al personal sobre el incremento de sismicidad en el área. 

—También fallaron los procedimientos —enfatizó el director del Sernageomin—, sobre todo de comunicación. La empresa puede saber con tiempo que esto va a ocurrir. El procedimiento de dar alerta a los trabajadores no estaba funcionando y se pidió que eso se actualizara.

 La trama bielorrusa

Al margen del negro 2023 en El Teniente, Aguilera relató otros episodios aún más graves, como el ocurrido en la mina Rajo Inca el 9 de julio de 2022, en la División El Salvador. A las 18:40 horas, un conductor de camión CAEX —esos icónicos vehículos de gran tamaño que suelen operar al interior de las minas a rajo abierto— perdió el control y cayó al botadero desde unos 60 metros de altura. 

Según se detalló en la instancia, en este caso hubo una negligencia mayor de la contratista bielorrusa Belaz Movitec. 

Rubén Trigo Escobar, de 50 años, no habría muerto en el lugar necesariamente por las lesiones, sino por hipotermia. Si bien el accidente ocurrió la tarde del sábado, recién fue detectado al día siguiente, a las 7 de la mañana del domingo.

De acuerdo con Sernageomin, las falencias fueron varias:  

—Pasaron bastantes horas para que se detectara que había una persona fallecida, casi un día —enfatizó Aguilera. 

Asimismo, la entidad determinó que no existía un control permanente de la pendiente del botadero e incluso la empresa estaba acostumbrada a que los camiones se perdieran en el rajo, sin ocuparse de buscarlos o saber su ubicación al finalizar cada turno. Más aún, según los fiscalizadores, la firma bielorrusa ni siquiera tenía un estándar para controlar el ingreso y salida del personal al finalizar el turno.

Adicionalmente, no fue posible determinar si el accidente se produjo por falla mecánica u operacional, pues la contratista no entregó los peritajes realizados al camión, pese a los requerimientos de Sernageomin.

De paso, reprocharon directamente a Codelco por no tener un control en la operación que realizaba Belaz Movitec. 

El diputado Cristián Tapia (IND-PPD), presidente de la comisión investigadora, aportó datos adicionales que Sernageomin no mencionó. 

—No había antena de comunicación para celulares. No estaban en condiciones las radios de comunicaciones, que también estaban falladas —recriminó el parlamentario—. Ese trabajador, a las 12 de la noche, le envió un mensaje de audio a su hija. Se empezó a despedir. Y recién lo encuentran al otro día.  

De acuerdo con los antecedentes presentados en la propia comisión, el accidente y otros graves retrasos en las obras de Rajo Inca generaron una extensa disputa entre Codelco y la bielorrusa Belaz Movitec. Tanto así, que meses más tarde la cuprífera estatal terminó anticipadamente el contrato con la empresa y luego la demandó por más $70 mil millones. Si bien en primera instancia la Corte de Apelaciones les dio la razón, en la Suprema el resultado se revirtió contra la minera chilena. Ese cambio de opinión de la justicia, y de los ministros del máximo tribunal en particular, es precisamente uno de los casos que se investigan en el marco del bullado Caso Audio.  

Accidentes de peso

Al margen, días después del accidente en Rajo Inca, el 20 de julio de 2022 Codelco registró otro fallecido durante la operación de maquinaria pesada. Esta vez, en la División Chuquicamata y mandatado por la contratista Ossa Pizzarotti, un eléctrico de 32 años murió tras ser impactado por un equipo telescópico. Iba caminando al interior de la mina y al llegar a la intersección entre dos galerías se produjo el incidente. 

Sernageomin concluyó una vez más que el accidente ocurrió debido a la falta de control de los riesgos asociados al tránsito peatonal, además de otras fallas en la supervisión y prevención de riesgos. Por ejemplo, la maquinaria otorgaba escasa visibilidad producto de la falta de limpieza del parabrisas.

En marzo 2024, la historia se volvió a repetir. Ana Rojas Farías, de 30 años, mientras se desempeñaba en la División Radomiro Tomic en Calama, murió cuando conducía un camión de extracción en el rajo. Según determinó la investigación, el vehículo mayor registró fallas mecánicas, de tuberías y mangueras. En simple, los problemas provocaron la explosión e incendio del CAEX y ella murió adentro. No alcanzó a evacuar.  

De acuerdo con el reporte de la Comisión, no se cumplieron los protocolos de seguridad del camión. Frente a esta situación y la huelga llevada a cabo por el sindicato de Radomiro Tomic, dos gerentes de dicha división de Codelco dejaron sus cargos. 

Este 2025, en tanto, fuentes de Informe Especial reportaron que —una semana antes del fatal accidente conocido el jueves— también se registró el descarrilamiento de un tren al interior de El Teniente, en cuya ocasión no hubo fallecidos. 

Desde la discusión en el Congreso, y sobre todo tras lo sucedido recientemente, el foco se puso sobre los incumplimientos de las empresas al Código del Trabajo. Particularmente en las compañías cuyos mineros resultaron fallecidos tras el derrumbe: Salfa Montajes y la Constructora Garcilcic Limitada. 

Precisamente esta última, a la cual pertenecían cinco de los trabajadores muertos, acumuló 10 multas de la Dirección del Trabajo a raíz de distintos incumplimientos entre 2020 y 2025. Las sanciones van desde temas administrativos hasta seguridad. Las más reciente, en junio pasado, por “no tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores”. A raíz de eso, debieron pagar $4,1 millones. 

Salfa, por su parte, registra 20 sanciones. Cuatro de ellas por temas de seguridad, pero ninguna aplicada en El Teniente.

Consultadas por Informe Especial sobre lo ocurrido en el derrumbe la semana pasada, ninguna de las dos empresas quiso entregar su versión al respecto.