Inundaciones repentinas causadas por lluvias torrenciales en el este de Kentucky han dejado al menos ocho personas muertas y a algunas atrapadas en tejados y árboles, dijo este jueves el gobernador del estado del centro sur de Estados Unidos.
"Esta será la peor inundación en nuestra memoria reciente, devastadora y letal", afirmó Andy Beshear a la cadena WLEX. "Vamos a terminar con un número de muertes de dos dígitos. Justo ahora, creo que podemos confirmar al menos ocho, pero el número está incrementando, al parecer, cada hora", agregó el funcionario. Entre las víctimas hay una mujer de 81 años en el condado de Perry.
Beshear explicó que los equipos de atención de emergencia han rescatado por aire "a entre 20 y 30" personas. Más temprano, el gobernador indicó que había gente parada en los tejados y escalando árboles a la espera de ser rescatada.
Tonight we need your continued prayers for the people of Eastern Kentucky. This is an ongoing natural disaster, with more rain expected tonight that could worsen the situation. The death toll has heartbreakingly risen to 8 Kentuckians lost. 1/3https://t.co/YIuAjLtDHc
— Governor Andy Beshear (@GovAndyBeshear) July 28, 2022
Muchas carreteras parecían ríos, los vehículos destrozados dominaban el paisaje y agua con lodo alcanzaba los techos de las casas más bajas en la región de los Apalaches. Algunas áreas reportaron 20 centímetros de lluvia en un período de 24 horas. El río North Fork Kentucky a la altura de Whitesburg, usualmente con una profundidad de uno o dos pies, roza los 20 pies actualmente, muy por encima de su récord anterior de 14,7.
El gobernador declaró el estado de emergencia en media docena de condados y desplegó cuatro helicópteros de la Guardia Nacional para ayudar en los esfuerzos de rescate. El Departamento de Pesca y Vida Salvaje de Kentucky envió botes Zodiac para el mismo propósito. "Hay muchas personas que necesitan ayuda", añadió Beshear. "Hacemos todo lo posible para llegar a todas ellas", dijo.
"La situación ahora mismo es dura", aceptó y pronosticó que cientos de personas perderían sus casas tras el paso de las lluvias torrenciales, una recuperación que para muchas familias llevará "no meses, sino años". Beshear dijo que unos 25.000 hogares permanecían sin electricidad en todo el estado, y muchos sin servicio de agua.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que el área aún estaba en riesgo de inundaciones repentinas y advirtió que se esperan más lluvias torrenciales.