La enfermera imputada por el asesinato de cinco bebés en Argentina, y el intento de homicidio de otros ocho recién nacidos, rompió el silencio: se declaró inocente y apuntó contra un compañero de trabajo.
Brenda Agüero —de 27 años—, quien fue acusada matar a los lactantes con inyecciones de potasio, se encuentra detenida desde el pasado 20 de agosto en una cárcel para mujeres.
En sus primeras declaraciones luego de su captura, la mujer dijo a Cadena 3 que ella no buscó en Google cómo suministrar potasio y aseguró que no era la única presente en el hospital los días en que murieron los bebés.
Así, apuntó contra uno de sus colegas, señalando que "mi compañero que estaba en todos los partos. Cuando declaró, dijo que él sí conocía el potasio y que se aplica a los bebés en casos de urgencia. No lo debería saber (...) Sabía todo este chico. Yo no manipulaba potasio”, dijo.
Agüero es la única de los siete imputados en el caso que se encuentra detenida. Se acusó de omisión de deberes de funcionario público y falsedad ideológica al ex ministro de Salud provincial Diego Cardozo, al exsecretario de Salud Pablo Carvajal, al ex vicedirector administrativo del hospital Alejandro Escudero Salama, la ex directora Liliana Asís y las ex empleadas jerárquicas Marta Gómez Flores y Adriana Morales.