El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, afirmó este lunes que la operación militar a gran escala lanzada sobre Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, "no es una lucha contra los palestinos", sino que se trata de "combatir a los grupos satélites de Irán en la región, que son la Yihad Islámica y Hamás".
"Son organizaciones terroristas financiadas por Irán. Y el objetivo de Irán es escalar las amenazas a la seguridad en esta zona", afirmó Cohen en su primera rueda de prensa con medios extranjeros en Jerusalén, cuando cumple seis meses en el cargo.
Israel lanzó esta madrugada una operación militar a gran escala, por aire y tierra, sobre Yenín, bastión de milicias armadas palestinas que hace un año y medio se unieron bajo la Brigada de Yenín, aunando todos los grupos de todas las ideologías.
Se trata de la mayor incursión en Cisjordania desde la Segunda Intifada, que ha dejado de momento ocho muertos, pero la cifra puede aumentar porque los combates continúan en estos momentos.
"El campo de Yenín se ha convertido en el centro de la actividad terrorista en la zona", aseguró el ministro Cohen, quien justificó la operación porque la gente "ya no se siente segura en la zona".
Una sangrienta incursión militar en Yenín hace dos semanas dejó siete muertos; a lo que dos miembros de Hamás respondieron con un ataque en el asentamiento de Eli, también en Cisjordania ocupada, que mató a cuatro personas.
"Actuaremos de forma precisa, es muy importante enfatizar que haremos cualquier esfuerzo para proteger a la población civil. Solo atacaremos contra aquellos implicados en el terror", enfatizó Cohen.
Cisjordania vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005) y durante este 2023 han muerto 150 palestinos en el marco del conflicto palestino-israelí, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes, pero también decenas de civiles, incluidos 23 menores de edad.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 25 muertos del lado israelí, la mayoría colonos y cinco de ellos menores de edad.