El arzobispo de Cracovia, Marek Jędraszewski, comparó este miércoles las afirmaciones de que Juan Pablo II conoció y ocultó casos de abusos a menores de edad en la Iglesia con el intento de asesinato que el pontífice sufrió en 1981.
Durante la liturgia en la basílica de la Santísima Trinidad de Cracovia, el arzobispo se refirió a un reportaje emitido por la televisión polaca que, según él, es parte de los constantes ataques y persecuciones que se han dado contra la Iglesia a lo largo de toda su historia.
En el reportaje, sustentado por una investigación de varios años y los testimonios directos de víctimas y antiguos colaboradores de Juan Pablo II, se afirma que el papa polaco encubrió crímenes sexuales contra menores cometidos por sacerdotes bajo su jurisdicción cuando era arzobispo de Cracovia.
"El ataque al papa Juan Pablo II en 1981 fue un intento de cerrar la boca a quien predicaba la verdad sobre Cristo. Este segundo ataque se perpetra a través de mentiras e insinuaciones", dijo el arzobispo Jędraszewski, en referencia al atentado armado que sufrió en Roma en 1981 y que casi le costó la vida.
En su homilía, el arzobispo de Cracovia definió los abusos a menores como "un mal verdaderamente repugnante que ha penetrado en la vida de la Iglesia" y aseguró que "ese mal se ha glorificado e incluso es una especie de ideología en otros ambientes".
Asimismo, el clérigo afirmó que "en este momento difícil del segundo ataque a Juan Pablo II" es necesario "recuperar los sentimientos y el éxtasis" que el pontífice polaco "regaló" y agregó que su defensa es precisa ya que "se trata de Polonia".
Por su parte, la oficina del Episcopado polaco emitió un comunicado el martes en el que se afirma que resulta imposible "determinar con claridad" el carácter de los actos atribuidos al padre Sadus (uno de los culpables señalados en la investigación) en base a las fuentes presentadas en el reportaje, parte de las cuales son informes de la policía política del Gobierno comunista que había entonces en Polonia.
En la nota del Episcopado se añade que "una evaluación justa de Karol Wojtila requeriría de más investigación" y que "en cualquier caso esos incidentes ya fueron ampliamente comentados".
La información expuesta en el reportaje ha reavivado la polémica ya existente sobre la supuesta responsabilidad de Karol Wojtila en el encubrimiento de casos de abusos en la Iglesia polaca.
Al día siguiente de emitirse el documental, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, publicó en su perfil de Faceook una fotografía de Juan Pablo II junto a la frase "No tengáis miedo"