El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitó el miércoles al cantante puertorriqueño Bad Bunny que realice un concierto gratuito en El Zócalo capitalino, la principal plaza pública del país, tras el caos registrado en un recital la semana pasada, donde se negó el acceso a miles de seguidores.
Fans del célebre intérprete de reguetón se quedaron sin poder ingresar al Estadio Azteca el viernes, entre denuncias de que los boletos de acceso fueron clonados. La empresa encargada, la multinacional Ticketmaster, replicó que muchas de las entradas presentadas eran falsificadas.
"Nos dio mucho sentimiento ver a jóvenes tristes que no pudieron entrar porque les clonaron sus boletos, porque les hicieron fraude, algunos llorando, porque ahorraron durante mucho tiempo para poder comprar sus entradas, dijo el mandatario en su habitual rueda de prensa matutina.
"Sé que está saturado y cansado porque trabaja mucho, pero le pido que considere la posibilidad de que venga a México a El Zócalo. Ojalá venga (pero) no le podemos pagar, tendría que ser una colaboración de él (...) con luces no tan espectaculares como las suyas, así se reivindica", agregó.
#ConferenciaPresidente. Subraya @lopezobrador_ que dio instrucciones al procurador de @Profeco, @SheffieldGto para que se actúe y #Ticketmaster devuelva el dinero de sus boletos y una multa a las personas defraudadas en el concierto de #BadBunny pic.twitter.com/jfyky0sRkA
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) December 14, 2022
Mientras cientos de afectados se unieron esta semana para presentar una demanda penal colectiva contra Ticketmaster, a la que acusan de duplicar entradas, la empresa aseguró que colabora en la investigación abierta por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para clarificar lo sucedido.
La compañía informó que unos 4.5 millones de personas buscaron a través de sus plataformas adquirir alguno de los 120,000 tickets puestos a la venta y el viernes, el día del recital, se presentaron en los accesos al recinto "una cantidad sin precedentes de boletos falsos".
"Resulta importante subrayar que no existió sobrecupo alguno ni sobreventa de boletos", remarcó Ticketmaster, entre denuncias de que algunos de sus empleados pudieron replicar los códigos QR de las entradas para venderlas por su cuenta, según reportes de prensa.