Click acá para ir directamente al contenido

Informe Especial: Cara a cara con el asesino del metanol

Un equipo de Informe Especial, liderado por la periodista Carolina Alcayaga, entrevistó en exclusiva a Ricardo González Latorre, quien es sindicado por la Fiscalía como uno de los asesinos seriales más peligrosos del último tiempo en Chile.

24horas.cl

Lunes 24 de julio de 2023

Ricardo González Latorre, el llamado abogado del metanol, se encuentra en la cárcel de Quillota, lugar hasta donde llegó un equipo de Informe Especial, liderado por la periodista Carolina Alcayaga, para entrevistarlo en exclusiva.

El hombre es sindicado por la Fiscalía por uno de los asesinos seriales más peligrosos del último tiempo en Chile y está condenado a 24 años de cárcel por homicidio y homicidio frustrado, pero no está confeso.

CLAUDIO RAMÍREZ - 1997

Claudio Ramírez tenía 23 años cuando trabajaba en una minera donde el imputado era jefe y fue asesinado por un sicario contratado por este último.

"Mi hijo salió en la tarde y me dijo que iba a un asado con el jefe", relató Elsa Ramírez, madre de Claudio, sobre el día del homicidio.

En aquel entonces, González fue condenado a 10 años de prisión, tiempo que aprovechó para estudiar derecho.

Respecto a este caso, el hombre dice no haber asesorado a Ramírez en la contratación de seguros de vida, sin embargo, su modus operandi queda como antecente para las próximas víctimas.

MARÍA ELIANA CÁDIZ - 2004

María Eliana Cádiz conoció a Ricardo cuando él estuvo en la cárcel de Valparaíso (condenado por el sicariato contra Ramírez) e iniciaron una relación sentimental.

"Al principio intercambiaron cartas y mi mamá me comentó que no podía decir mucho, porque era secreto, que Ricardo no quería que me enterara", relató Consuelo Cádiz, hija de la víctima.

En noviembre de 2003 María Eliana dejó a su hija y a sus padres para estar más cerca de su pareja. Sin embargo, años más tarde fue asesinada de un balazo.

"La PDI nos explicó que a mi mamá la habían encontrado en Valparaíso, en el camino La Pólvora, en un basural, con un disparo a quemarropa en el tórax. En ese tiempo entregamos las declaraciones a PDI y me preguntaron si yo conocía o me sonaba Ricardo González Latorre y si sabía yo de la existencia de un seguro de vida", complementó Consuelo.

Y es que en la investigación del asesinato, la Brigada de Homicidios informó que la póliza de la compañía Vida Security, correspondiente a 3.000 UF pero que se duplicaba en caso de muerte violenta, tenía como beneficiario al imputado.

"Para estos efectos, (yo) era la única persona en la que confiaba. María Eliana tuvo temor por su vida", puntualizó González.

Si bien su muerte aún es investigada, un testigo entregó detalles claves para dichos peritos.

TESTIGO CLAVE EN EL CASO DE MARÍA ELIANA

Esta persona, que era cercana a González, decidió hablar con Informe Especial, sin embargo, pidió que se ocultara su identidad.

Sobre quien fuera su amigo, señaló que: "Es un tipo muy prepotente, sumamente prepotente. Se ufanaba de amenazar mujeres. De hecho, él tuvo una relación con una compañera y le dijo que la iba a 'picar en pedacitos' si lo seguía molestando, o sea, un nivel de dominio del homicidio macabro".

"Él se ufanaba de que para quitar una vida no tiene que haber una situación moral mediante, tú tienes que ser capaz de quitar una vida por mero deseo", añadió.

También recordó que, tras el homicidio de María Eliana, le advirtió a Ricardo que las personas que habían asesinado a la mujer irían tras él, a lo que González respondió: "No me preocupa, mi coartada es de acero".

"Supe que hubo un gendarme involucrado que firmó la noche que murió María Elena, cuando él supuestamente estaba recluso", indicó el testigo, refiriéndose al funcionario de Gendarmería Marcelo Cortés.

Frente a estos dichos, González aseveró que: "Eso también es falso. De hecho, no he visto ese testimonio en ninguna parte". En tanto, sobre Marcelo Cortés dijo que lo conoció en el Centro Penitenciario de Valparaíso y que jugó ajedrez con él en la Unidad Penal de Los Andes.

Por su parte, Marcelo Cortés declaró en la investigación que el abogado le ofreció $5 millones "porque iba a cobrar un seguro de vida".

Luis Olivares - 2012 (homicidio frustrado)

Luis Olivares fue otra de las víctimas del imputado, pues también lo hizo firmar una póliza de seguro, donde el beneficiario era alguien ajeno a su familia directa.

El día en que se cometió el homicidio frustrado contra Olivares, ambos asistieron a un asado, instancia en la que bebieron bebidas alcohólicas que, según la víctima, fueron las causantes de lo ocurrido.

"Yo quedé parado al lado de la piscina y me trae el segundo vaso, lo recibo y cuando voy a dar el sorbo a este segundo vaso, me desplomo", contó Olivares.

Tras el desmayo, González pidió a uno de sus trabajadores que lleve a Olivares a otro lugar, donde habían cavado una especie de tumba para enterrarlo vivo: "No tenía fuerza para nada, para hablar, ni modular, fuerza para pararme, nada. Estaba deshidratado, vomitado y sucio. Dentro del hoyo no sentía dolor, pero me sentía muerto, ido".

Al respecto, González, declaró que"eso es mentira, yo nunca estuve en una convivencia con Luis Olivares", pero en la investigación se probó que sí compartieron.

Tras salir del hoyo en el que fue "sepultado vivo", Luis fue llevado al hospital de Quilpué, donde quedó hospitalizado. Luego de recuperarse hizo una denuncia por intento de homicidio, envenenamiento, daños y perjuicios contra Ricardo González Latorre.

En el marco de esta investigación, la policía allanó la casa del abogado y se encontró la póliza de seguro de Olivares, cuyo beneficiario era Pablo Fernández Ponce, chofer del taxi que lo sacó inconsciente del asado y que lo trasladó hasta la excavación.

González aún no reconoce estos hechos y se aferra a que "lo que había era un afán de perjudicarme, porque el señor me debía dinero, bastante dinero".

MARCELO MONTECINOS - 2016

Marcelo Montecinos era amigo de González Latorre y si bien su muerte ocurrió en el año 2016, recién en el año 2018 cuando la familia ató cabos y se percató de que murió bajo las mismas circunstancias que la última víctima de la que se tiene antecedentes, Natalia Véliz.

Fue Cristian Montecinos, hermano del fallecido quien vio las noticias de Natalia: "Se me prendió la alerta, porque yo conversé con Nicol, la hija de la señora Natalia y tenía los mismos síntomas que tenía mi hermano".

Según la investigación, en julio de 2016, González fue a buscar a Marcelo a San Fernando y en menos de 48 horas la víctima comenzó a agonizar. Luego, lo conectaron a un ventilador mecánico, pero al quinto día falleció.

"No es efectivo. Lo fui a buscar a San Fernando como 15 días antes de que Marcelo se pusiera mal, porque 48 horas antes yo me encontraba en Santiago, ni siquiera vi a Marcelo", acotó el imputado.

Marcelo Montecinos dejó dos seguros de vida y uno de los beneficiarios era su hermano Cristian, quien debía recibir $78 millones, pero este dinero fue cobrado por González, que sólo le entregó $3 millones.

NATALIA VÉLIZ - 2018

La víctima más reciente de González es Natalia Véliz, quien fue influenciada para contratar un seguro de vida en la compañía Vida Security, al igual que María Eliana Cádiz.

Respecto de cómo ocurrieron los hechos, el hombre explicó que "compramos una botella de whisky, dos vasos, una bolsa de hielo y dos bebidas y con eso nos fuimos y estuvimos dentro de mi vehículo, en las orillas del Tranque Recreo. Estuvimos ahí hasta que consumimos todo lo que teníamos. (luego) me dijo que la fuera a dejar".

Fue luego de dicho encuentro que la mujer comenzó con los síntomas: vómitos, problemas a la vista, respiratorios, renales, entre otros.

"El cuadro clínico de ella fue empeorando cada vez más (...) se iban sumando y sumando problemas", indicó el doctor Egidio Céspedes, agregando que "ahí es la primera vez que nosotros como hospital pensamos de que pudo haber algún tipo de acción por terceros, lo que nos hizo acotar las probabilidades, principalmente, a lo que es la intoxicación y envenenamiento por alcohol metílico (metanol)".

Natalia Véliz falleció a las 12:50 del 7 de julio de 2018. Se estableció que el cuadro es compatible con intoxicación con metanol, sin embargo, González insiste en su inocencia: "No soy culpable de la muerte de Natalia Véliz, no la envenené con metanol".

Mas tarde, cuando se verificó la existencia de los seguros y el fiscal Hernán Silva ofició a cada una de las aseguradoras para saber si González es beneciario de algún seguro, Nicol Reyes, la hija de Natalia, inició una investigación paralela.

"Con una amiga de mi mamá hicimos una lista de todas las aseguradoras de la región y fuimos una por una. Aquí (Vida Security) me dicen 'sí, tu mamá tiene un seguro, pero no podemos dar más información, porque tú no eres la beneficiaria'", contó Nicol, añadiendo que la ejecutiva le confirmó que el beneficiario era Ricardo González Latorre.

Al tiempo, desde la compañía entregan a la muchacha una información que la impacta: "En el año 2005 él había intentado también cobrar un seguro y la persona también había fallecido en circunstancias causadas por terceros (...) era María Eliana Cádiz".

El testigo clave también declaró que se juntó con el abogado cuando la investigación por el homicidio de Véliz estaba en curso.

"Me cuenta que está condenado por homicidio y empezó a hablar del metanol, a describir efectos y puso énfasis respecto del examen tanatológico, de que le pueden hacer una autopsia a la persona, pero si se demoran tres días no es rastrable en sangre", señaló, agregando que "es un depredador que, claramente, fue evolucionando en sus métodos".

$336 MILLONES EN SEGUROS

En esta entrevista exclusiva, pese a los informes policiales y a los resultados de las investigaciones, que aún están en curso, Ricardo González Latorre insiste en que "yo he asesorado a varias personas en la obtención de seguros de vida, primero asesoré a don Marcelo Montecinos, efectivamente, asesoré a Natalia Véliz, efectivamente, asesoré a Luis Olivares, pero no asesoré a Claudio Ramírez, no asesoré a María Eliana Cádiz, no lo hice".

En 30 años, González cobró seguros por más de $336 millones al valor del peso actual, pero le quedan cuatro pólizas pendientes por más de $462 millones, las que podría gestionar desde la cárcel y embolsillarse, en total, cerca de un millón de dólares.