Este viernes 5 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Enfermedad Celíaca, donde se busca generar conciencia sobre la patología y promover su tratamiento.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica, en la que los anticuerpos de las y los pacientes reaccionan contra el gluten que se encuentra principalmente en el trigo, avena, el centeno y la cebada.
Con el tiempo, el consumo de esta proteína genera una alteración del intestino delgado, impidiendo la adecuada absorción de los nutrientes.
De esta forma, algo tan común como incluir pan, galletas y cereales en la dieta es un hábito prohibido para quienes sufren de la celíaquía.
Según estimaciones a nivel mundial, entre el 1 % y 3% de las personas están afectadas por este trastorno. En Chile, no existen estudios certeros, pero las cifras estarían entre el 0,6% y 0,8% de la población, considerando que existe una amplia proporción que la padece sin estar diagnosticado.
Causas y síntomas
Las causas son varias e incluyen aspectos hereditarios, ambientales e inmunológicos. La académica Ximena Rodríguez, directora Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O'Higgins (UBO), dijo que además de la pre disposición genética, están los factores ambientales “como la dieta, donde la digestión incompleta de proteínas como el gluten, las hordeinas y las secalinas genera la acumulación de péptidos grandes y aminoácidos en el intestino delgado, causantes de la patogenia de esta enfermedad. Asimismo, el desequilibrio entre la inmunidad adquirida y la innata, juega un importante rol en su desarrollo”.
“Por eso es tan importante estar atentos a los síntomas que, en adultos, consisten en cuadros de diarrea crónica, pérdida de peso con dolor y distensión abdominal. Además de la manifestación digestiva, existe la cutánea, donde se presentan dermatitis herpetiforme. En el caso de los niños, puede observarse un retraso en el crecimiento y menor ganancia de peso”, señaló la especialista.
Único tratamiento
El único tratamiento actual es el seguimiento de una dieta libre de gluten (DLG) durante toda la vida, que excluye el trigo, la cebada, el centeno y sus subproductos como harinas, sémolas y almidones, entre otros, sin que ello implique dejar de mantener una alimentación variada y balanceada.
Con esto, disminuyen los síntomas y las funciones del intestino retornan a la normalidad, evitando la mala absorción de nutrientes. En la actualidad, la disponibilidad de productos libres de gluten en Chile ha ido al alza y además los alimentos naturales y frescos como carnes, huevos, leches, pescados, legumbres, frutas y verduras, no representan un problema.