Más de siete horas duró este sábado la formalización del médico ecuatoriano, Christian González (31), y del chef chileno, José Miguel Baeza (41). Ambos se encuentran en calidad de imputados por la muerte del farmacéutico Francisco Albornoz, de 21 años de edad, cuyo cuerpo fue hallado en la ribera del río Tinguiririca en la comuna de San Fernando (Región de O'Higgins).
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En la audiencia se expuso cuál fue el actuar de los imputados la noche de la desaparición del joven, ocurrida once días antes de la aparición de su cadáver. 24 Horas tuvo acceso a parte de la declaración de González, uno de los imputados, quien responsabilizó al chef por el deceso.
González señaló en primera instancia de manera enfática su deseo de "aclarar que nunca supe el nombre de esta persona que estuvo en mi departamento", en referencia a Francisco.
Sobre los minutos en que se dieron cuenta del estado de Francisco, relató que "Kai (José Miguel Baeza) me dice que Francisco había convulsionado. Lo vi convulsionar un poco, en la cama. Le dije a Kai que llamara a la ambulancia, pero decía que no debía él estar acá. Yo le insistí que llamara a la ambulancia".
Luego añadió que "Kai me dice que había que ocultar el cuerpo (…) me dijo si yo tenía una silla de ruedas o algo para trasladar el cuerpo de Francisco. Llegó a mi habitación con un cobertor azul oscuro (…) junto a Kai envolvimos el cuerpo con el cobertor".
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