El departamento antifraude de la Cooperativa de Ahorro y Crédito (Coopeuch), descubrió un posible caso de lavado de dinero ilícito de una organización criminal, usando cuentas aperturadas vía online con documentación falsificada.
Los hechos quedaron al descubierto a fines de mayo pasado, cuando la compañía de seguros Vida alertó que dos de sus clientes desconocían la inscripción del servicio financiero en Coopeuch.
La información derivó en una profunda revisión y quedó claro que las cuentas fueron creadas de forma digital vía enrolamiento facial, utilizando el proveedor Transmit. Ese es el sistema de biometría que usa Coopeuch, como también otras entidades financieras. Básicamente compara el rostro del usuario con inteligencia artificial y otros factores, con lo que valida la imagen y habilita la solicitud respectiva.
En un primer momento, todo indicaba que podría tratarse de una banda de suplantadores dedicada a robar dinero de las cuentas, pero no. Por esta razón, se dieron a la tarea de revisar a otros clientes y aparecieron sorpresas al menos en 11 cuentas.
El pitufeo
De acuerdo con el análisis técnico forense de Coopeuch —al que accedió Informe Especial—, los delincuentes usaban las identidades de personas con “bajo nivel de actividad financiera previa” o bien con muy bajo saldo.
Acto seguido, la entidad descubrió flujos de dinero hacia distintos bancos usando la táctica conocida como pitufeo o smurfing, que consiste en fragmentar los depósitos para así evitar los controles regulatorios. En otras palabras, los sistemas antifraude tradicionales quedaron ciegos.
Al mismo tiempo, quedó en evidencia que la plata era rápidamente extraída.
Para la entidad, la conclusión fue clara: las cuentas eran utilizadas como un “nodo de paso” para el blanqueo de dinero. En esta línea, Coopeuch identificó al menos a 13 sujetos detrás de estos delitos.
Una fuente de la cooperativa, consultada por IE, explicó que hubo un caso que llamó la atención, porque la plata iba dirigida a una cuenta de Global66, una plataforma online que permite realizar envíos de dinero al exterior en simples pasos mediante una aplicación en el teléfono móvil.
“Se presume la existencia de una estructura delictual orientada a la apertura de cuentas bancarias a través del uso de documentación falsificada o adulterada, con el propósito de establecer nodos de paso para el lavado o disgregación de fondos obtenidos ilícitamente”, señala el análisis de la entidad.
Asimismo, remarcan que “esta estructura evidencia un conocimiento detallado de los procesos de enrolamiento biométrico, aprovechando puntos débiles en la validación documental automática y la lógica de control posterior”.
Peligro latente
Acreditado el posible perfil criminal de los movimientos, el informe pericial detectó también serios riesgos para Coopeuch, que por extensión llegan a los usuarios.
Uno de ellos es que el sistema de verificación Transmit “valida automáticamente la coincidencia entre el rostro y la cédula, sin intervención manual, lo que representa un vector de riesgo cuando se utilizan técnicas avanzadas de falsificación”.
Dicha alerta fue reforzada en el documento con otros hallazgos, como por ejemplo, una baja sensibilidad del algoritmo y la inteligencia artificial cuando se usa el sistema de creación de cuentas online.
Por esta razón, la unidad antifraude recomendó, como medida de mitigación, el “bloqueo automático para cuentas con movimientos interbancarios sin actividad previa interna”.
Asimismo, recomendó con urgencia una mayor capacitación a los analistas para detectar inconsistencias documentales, mejorar las matrices de riesgo, incorporar verificación cruzada de los domicilios de los clientes con fuentes oficiales, entre otras.
A raíz de los hechos, Coopeuch interpuso una querella criminal en contra de quienes resulten responsables por delitos de lavado de activos, asociación delictiva, falsificación de instrumento público por particulares, estafa, usurpación de nombre y fraude informático.
En la acción legal afirman que “esto da cuenta de un grupo bien organizado con acción sostenida en el tiempo, con roles demarcados y previamente establecidos y cabal conocimiento de los mecanismos de seguridad bancarios que les permite un actuar coordinado y eficiente”.
Según detallaron en el líbelo, la pérdida —al menos hasta ahora— supera los $26 millones, "dado el número de transferencias bancarias y créditos a los que a la fecha los sujetos han tenido acceso", aunque dicho "avalúo deberá ser precisado en la investigación".
Consultada Coopecuch respecto de los alcances de la indagatoria interna y la acción judicial interpuesta en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, la entidad declaró que “la querella presentada por Coopeuch responde a la política de nuestra cooperativa de actuar proactiva y diligentemente ante cualquier hecho que pueda ser constitutivo de delito”.
En ese sentido, la cooperativa añadió que por eso "pusimos a disposición del Ministerio Público todos los antecedentes con los que contamos respecto de este caso”.