La Fiscalía Regional de Iquique solicitó la extradición de tres miembros pertenecientes a la red de lavado de dinero del Tren de Aragua, desmantelada a fines de junio.
De acuerdo con la información recabada por Informe Especial, se trata de Willy Ramón Palacios y Lehaena Carolina Corredor, quienes se encuentran residiendo en Venezuela, precisamente en el estado de Aragua.
El tercer requerido es Julio Montero, quien se esconde en Medellín, Colombia, país donde la organización criminal mantiene más de una base de operaciones.
Dicho trío de imputados habría tenido un rol clave en la salida de activos hacia los principales líderes del TDA.
El requerimiento se encuentra en la Corte de Apelaciones de Iquique, que fijó para las próximas semanas la audiencia, donde se ponderarán los antecedentes y se resolverá lo solicitado por el Ministerio Público.
Danza de millones
Los tres mencionados se suman a otras doce personas formalizadas por blanqueo de capitales que, en el caso de Iquique, superan los 6,8 millones de dólares.
A este brazo de lavadores del grupo delictivo venezolano se suman otros dos de similares características, desarticulados por las fiscalías de Valparaíso y Puerto Montt, que en conjunto superan las 50 personas.
Si el tribunal de alzada iquiqueño acoge lo solicitado por la fiscal regional Trinidad Steinert, serán los países aludidos los responsables de ubicar, detener y -previo juicio- extraditar a los miembros del TDA hacia Chile.
La fórmula
Uno de los mecanismos usados por estas células era conseguir testaferros o “prestacuentas”, por donde pasaba el dinero proveniente de extorsiones, secuestros, pagos por trata y tráfico de personas, entre otros ilícitos.
Para realizar esto último, fragmentaron los depósitos para evitar la trazabilidad de los mismos, dándole apariencia de legalidad al dinero ilícito, usando el sistema financiero formal.
Junto a lo anterior, también operaron con plataformas de criptomonedas -entre ellas Binance- a través de la cual se transferían los dineros a billeteras virtuales muy difíciles de rastrear.
Con todo, la suma total que lavaron las tres células del Tren de Aragua superan los 13 millones de dólares, unos 12 mil 300 millones de pesos.