El Juzgado de Garantía de Parral condenó a cuatro años de libertad vigilada intensiva al peruano Charlie Rojas Sandoval, un sujeto que participaba como chofer de una organización criminal que asaltó al menos 11 casinos ilegales chinos en distintas comunas del Maule, Biobío y La Araucanía.
La decisión del tribunal se enmarca dentro de un juicio abreviado propuesto por el Ministerio Público local, previa colaboración del imputado, quien enfrentó la sanción solo por un hecho ocurrido el 30 de julio de 2024, en la comuna de Longaví.
De acuerdo con la declaración de Rojas Sandoval, solo habría llevado a los asaltantes en el automóvil —que al mismo tiempo trabajaba como Uber— hasta la zona mencionada y luego los trajo de vuelta a Santiago.
En aquella oportunidad, los delincuentes se llevaron apenas $3 millones. Sin embargo, la suma de todos los atracos superaría los $150 millones.
Rojas Sandoval es el hilo más delgado de la agrupación criminal, pero aún quedan otros diez imputados que, de acuerdo a la gravedad de los delitos —entre ellos, robo con intimidación y asociación ilícita— es altamente probable que enfrenten un juicio oral y penas de cárcel efectiva.
Los asaltantes
El grupo delictivo era dirigido por la chilena Michelle Aravena Muñoz, quien usaba y “educaba” a colombianos, venezolanos, peruanos y ecuatorianos para la comisión de los asaltos ocurridos entre febrero y julio de 2024.
La idea de la mujer, de acuerdo con los antecedentes recabados por Informe Especial, era crear una organización compuesta por terceros para “ya no trabajar y quedarnos afuera”.
De acuerdo a los antecedentes contenidos en la carpeta de investigación, los implicados operaban como “una organización transnacional (...) jerarquizada, la que ha perdurado en el tiempo y mantiene roles claramente definidos”.
Junto a Michelle Aravena, se suman los venezolanos Yelvis Gonzalez Gomez, Verónica Aguilar Hidalgo y Kevin Castillo Estrada; los peruanos Claudia Junco Saavedra y Antronhy Luccini; además de los colombianos Jonathan Castillo Riascos, Jhoan Hitas Castro, Joan Riscos Caldera, Néstor Zúñiga y Jhon James Candelo.
"Puros chamos"
Durante la indagatoria, una de las tantas diligencias fueron las escuchas telefónicas autorizadas por el Juzgado de Garantía de Parral.
A raíz de lo anterior, la PDI descubrió que no solamente hablaban por teléfono uno a uno, sino también llamadas en grupo para coordinar los asaltos.
La líder del grupo destaca en uno de los audios citados por la Fiscalía para interceptar las llamadas de los delincuentes.
“El Kevin igual ahora ha aprendido bastante… es que son puros chamos (venezolanos). Enseñamos la pega y han aprendido bastante los muchachos”, comentó.
Incomprensiblemente, todos hablaban por línea abierta. Es decir, a merced de las escuchas de los investigadores.