880 armas de fuego han sido incautadas por la Policía de Investigaciones (PDI) durante 2025.
Informe Especial tuvo acceso a la lista de armas confiscadas por la PDI entre el 1 de enero y el 30 de septiembre. El dato da cuenta de una disminución de 13% de armas de fuego incautadas si se comparan con las requisadas el año pasado.
Se trata exactamente de 126 unidades menos: 87 armas llamadas de construcción tradicional (producidas de acuerdo a la ley) y 39 de fogueo modificadas.
El comisario Manuel Toribio, del Centro Nacional de Análisis Criminal (Cenacrim) de la PDI, indica que la disminución de armas incautadas podría deberse a varios motivos: uno de ellos es que el Plan Anual de Fiscalización del Ministerio de Seguridad Pública ha permitido la recepción voluntaria de armas que se encontraban en tenencia irregular -ya sea por estar registradas a nombre de personas fallecidas o de individuos condenados por crímenes y simples delitos- y que desde este año ya no se contabilizan en las estadísticas oficiales de incautaciones.
Entre drogas y armas
El experto también señala que las armas confiscadas están mayormente relacionadas a las infracciones a la ley de control de drogas y a la ley de control de armas: “Entre las dos es casi el 90% de las armas que se recuperan”.
Pistolas al norte y escopetas al sur
En tanto, los tipos de armas más confiscadas son pistolas y revólveres. "Depende del sector, porque en la zona sur hay mayor cantidad de escopetas que en el resto del país, básicamente por el uso que la gente utiliza allá, en la zona centro y norte se da preferencia a lo que son las pistolas y los revólveres. En general, el arma corta es la que más se incauta por la facilidad de ocultamiento y de traslado también por su costo, es el arma que generalmente más tienen en el mundo delictual y es la que mayormente -por ende- se incauta", explica el comisario.
Armas de fogueo encabezan la baja
Existen distintas categorías de armas según el tipo de fabricación. Por ejemplo, las de fabricación tradicional, que son aquellas que se hacen con estándares de seguridad y calidad apegados a las normas legales. También existen las de fogueo, que han sido modificadas para ser de fuego; es decir, adaptadas para que el disparo sea de munición mortal, esto se hace habitualmente perforando el cañón del arma.
Actualmente, las incautaciones de armas de fogueo son las que registran una mayor disminución, lo que -según la PDI- podría ser un “efecto del cambio normativo asociado a la Ley de Control de Armas N°17.798, la cual dificultó el acceso a la compra legal de armas de fogueo, estableciendo requisitos similares a los exigidos para la adquisición de armas de construcción tradicional”.
También están las armas hechizas o artesanales, las únicas que se mantienen estables en cantidad de incautaciones entre 2024 y 2025. El comisario Toribio explica que “como es más difícil conseguir un arma tradicional y un arma de fogueo, a pesar de que las otras vayan disminuyendo, esta se va manteniendo porque es de un costo menor y también de más fácil fabricación”.
¿Contrabando al alza?
Las incautaciones de los últimos años arrojan una característica particular: se han confiscado más armas no inscritas versus la proporción de inscritas legalmente en el territorio nacional. Desde la PDI advierten que el fenómeno podría estar evidenciando contrabando de armas.
“Han ido aumentando la incautación de las armas de construcción tradicional, pero que no están inscritas en Chile; eso podría indicar que estuvieran contrabandeando armas desde el extranjero”, señala el comisario Manuel Toribio.
Lo anterior, “a raíz de que se está dificultando la adquisición de armas de fuego en Chile, porque también en esta modificación de ley, antes una persona daba como extraviada un arma y podía adquirir otra; ahora la ley eso no lo permite. Entonces, como puede ser más complicado usar figuras como el testaferro, podrían estar iniciando a internar armas al país desde las mismas fronteras provenientes de Argentina, Perú o Bolivia”, agrega.