Las vulneraciones a niños, niñas y adolescentes (NNA), de acuerdo con las denuncias ingresadas a la Fiscalía Nacional, registraron un enorme salto en sólo tres años, entre 2022 y 2024.
Así lo demuestran los últimos datos analizados por la Defensoría de la Niñez respecto a la explotación sexual de NNA, cuyos delitos son categorizadas bajo la sigla ESNNA.
En particular, los delitos de obtención y facilitación de menores de edad aumentaron un 89%, en base a la cantidad de casos registrados por cada 100 mil habitantes entre 0 y 17 años. En tanto, la tasa por delitos relacionados a material abusivo creció un 59%.
Al juntar ambos tipos de ilícitos, el incremento alcanzó el 73%.
Además, el reporte muestra que la tendencia para este año no parece ser distinta, puesto que hasta octubre ya se habían registrado 1.560 víctimas. Son 131 menos que el 2024 completo, pero con dos meses pendientes a considerar aún respecto a 2025.
Esclavitud contemporánea
De acuerdo con la Ley 21.430 sobre garantías y protección integral de los derechos de la niñez y adolescencia, se define la explotación sexual comercial infantil como “la utilización de los niños, niñas y adolescentes para la satisfacción sexual de y por adultos a cambio de remuneración en dinero o especies al niño, niña o adolescente, o a terceras personas".
En definitiva, según la normativa, "constituye una forma de coacción y violencia contra los niños, niñas y adolescentes y una versión contemporánea de esclavitud”. De acuerdo con la Defensoría de la Niñez, la ESNNA es una de las formas más graves de violencia sexual y "se ha transformado en un fenómeno creciente en el mundo".
Estos delitos tienen distintas manifestaciones:
- ESNNA en modalidad de comercio sexual: más frecuente de identificar, son actos en que un adulto, obtiene o media la obtención de acciones de significación sexual de una niña, un niño o adolescente a cambio de una retribución de cualquier tipo a la propia víctima o un tercero.
- Explotación o utilización de niños, niñas y adolescentes en material de abuso: Utilización de niñas, niños y adolescentes en material de abuso, su representación, por cualquier medio, en actividades sexuales, reales o simuladas, o de sus partes genitales con fines sexuales, incluyendo la producción, difusión, comercialización o almacenamiento de estos materiales.
- ESNNA en contexto de viajes y turismo: Utilización de niñas, niños y adolescentes con fines sexuales a cambio de una remuneración a sí mismo y/o terceros, por parte de nacionales o extranjeros que se desplazan de su lugar habitual de residencia, en calidad de viajeros o turistas.
- Trata con fines de explotación sexual: Captación, transporte, traslado, acogida o recepción de niñas, niños y adolescentes, dentro o fuera de las fronteras de un país, mediante amenaza, fuerza u otras formas de coacción (rapto, engaño, abuso de poder, situación de vulnerabilidad o concesión o recepción de pagos y beneficios) para obtener su asentimiento con fines de explotación.
Obtención y facilitación
Las cifras actualizadas esta semana en la Defensoría de la Niñez indican que la mayoría de las víctimas por los delitos de obtención y facilitación de explotación están entre los 14 y 17 años; donde, además, las mujeres concentran el 90% del total.
Por región, las alzas más significativas y consistentes se evidencian al sur del país: Magallanes, Ñuble y Los Ríos. Aunque tampoco hay que dejar de mirar con preocupación los números de Atacama y Valparaíso.
Material abusivo
En el caso de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes mediante distintos materiales abusivos, se registraron 2.868 víctimas en denuncias en la Fiscalía Nacional. De dicho grupo, el 82% corresponde a personas de sexo femenino.
En cuanto a las edades, no hay mucha diferencia por rango etario: el 48% de los afectados se ubica entre los 0 y 13 años, y el 52% restantes entre los 14 y 17.
Las tasas por región, a su vez, vuelven a sorprender en la zona sur, con Aysén, Ñuble y Los Ríos. Aunque en el norte también son relevantes las cifras de Arica y Atacama.
El factor digital
Con la irrupción de la tecnología, en las últimas décadas se han generado espacios propicios para explotar a NNA en entornos digitales.
Tal como ha destacado la propia Defensoría, "recientes estudios han relevado los riesgos asociados a plataformas digitales, así como su incidencia en la violencia sexual, donde se observa la preocupante preponderancia de este tipo de vulneraciones en contra de niñas y adolescentes mujeres".
En ese sentido, "la explotación sexual digital o en línea 'incluye todos los actos de naturaleza sexual cometidos contra una niña, un niño o adolescente que tiene, en algún momento, una conexión con el entorno en línea".
Asimismo, según indicó la institución en uno de sus últimos reportes, en mayo de 2024, "incluye cualquier uso de las TIC a través del cual se produce o provoca la explotación sexual de una niña, un niño o un adolescente que da como resultado o produce imágenes u otros materiales que documentan este tipo de explotación sexual que se produce, compra, vende, posee, distribuye o transmite'”.