Hoy, el empresario —secuestrado hace poco más de dos años— rompe su silencio con Informe Especial para contar lo que fue ser víctima de un delito que cambió la forma de ver el crimen organizado en Chile. De paso, también relata la experiencia que ha tenido junto a su familia fuera del país, forzado tras las persistentes amenazas de sus captores.
Rancagua, 8 de noviembre de 2023, 12:39 horas.
—Ese día fui porque tenía una reunión con una constructora. Aparecen unos tipos desde de dentro del galpón, porque ese galpón tiene una entrada por el otro lado, por atrás, y se avalanzan. Cuando se acercan, empiezan a gritar: ¡¡¡Él, él, él, él!!!.
Antes de subir al auto de sus captores, titubeó. Estaba un poco perdido, advierte.
—Ahí uno me pega con la pistola en la cabeza, muy fuerte.
Basualdo fue secuestrado ese día desde su empresa en Rancagua, en un caso que generó gran conmoción a nivel nacional.
Hoy, el empresario rompe su silencio con Informe Especial para contar lo que fue ser víctima de un secuestro, pero también la experiencia que ha tenido junto a su familia fuera de Chile.
—Yo creo que tengo rabia, tengo decepción, tengo pena, tengo de todo un poco, porque al final es es mi país, y yo quiero volver a mi país —confidencia a IE desde el extranjero, a raíz de las constantes amenazas.
Este reportaje reúne declaraciones y registros inéditos de un secuestro que duró 40 horas, pero que cambió para siempre la forma de ver la criminalidad en nuestro país.
Sus captores actuaban con excesiva autoconfianza. Así se desprende, por ejemplo, del tono con el que advirtieron a la esposa de Basualdo para forzarla a pagar un rescate.
—Si buscas a los Carabineros, ellos no te van a dar solución, la solución te la voy a dar yo. Así a él lo busquen por donde lo busquen, yo lo agarro y lo entierro y ya, listo, se desapareció.
Basualdo recuerda una frase que lo marcó, mientras los criminales lucían fusiles de guerra en sus manos.
—Estos somos nosotros, nosotros somos más fuertes que tu Estado —le dijo uno de ellos.