Se informan por redes sociales de los horarios en que deportistas no estarán en casa, se disfrazan para atacar cajeros automáticos y lucen sus lujos en sus perfiles. Los lanzas chilenos que forman parte del llamado “South American Theft Group” (Grupo de Robo Sudamericano) ya han llamado la atención de policías, fiscales y políticos norteamericanos. Informe Especial estuvo meses siguiendo casos en el extranjero y tuvo acceso a audios y documentación inédita que revela el modus operandi de estos grupos; tanto para la comisión de delitos como para enviar el dinero a Chile. Estos fueron los hallazgos.
El FBI y las distintas policías norteamericanas hoy tienen en la mira los millonarios robos perpetrados por lanzas internacionales chilenos. Es un fenómeno delictual antiguo, pero que ha adquirido visibilidad pública –en buena medida– gracias a sus víctimas: superestrellas de fútbol americano, actores como Keanu Reeves o incluso la Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
–Son una amenaza para Chile como para Estados Unidos –subraya Isaac DeLong, agregado jurídico del FBI en Chile–. Han seleccionado a personas de alto perfil últimamente, lo que nos tiene bastante preocupados –admite en conversación con Informe Especial.
Su compatriota Michael Barbieri, investigador de “Global Intelligence Consultants”, con más de 30 años de experiencia en la materia, advierte:
–Todos nuestros reguladores federales profesionales y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley están considerando esta situación como una extremadamente grave.
Informe Especial siguió durante meses diversos casos de millonarios robos de ciudadanos chilenos en el extranjero, tuvo acceso a escuchas telefónicas inéditas –que revelan la ruta del dinero obtenido en dichos atracos– y habló con investigadores en Chile y en Estados Unidos.
La vuelta al mundo
El prontuario de David Contreras es difícil de resumir. Fue deportado desde Suecia en 2004; y en Chile tiene causas por robo con intimidación en 2005 y 2006. Luego viajó a España, país que consultó por él en 2011 por 16 robos a los que está vinculado en esa nación. Posteriormente volvió a Chile, donde fue condenado por el robo a un cajero automático de la Universidad Andrés Bello en 2013. En 2016, Alemania también solicitó a Chile información sobre Contreras, ya que se habría visto envuelto en un robo en lugar no habitado en ese país. Entre el 22 de marzo y el 7 de abril de 2017 además habría participado en distintos robos en Bélgica, que motivaron una solicitud de extradición a Chile. En suelo nacional, en 2019, fue investigado en la causa Pasaportes por haber falsificado dos documentos en el Registro Civil para viajar nuevamente al extranjero.
Este año ingresó a prisión preventiva, esta vez por lavado de dinero presuntamente robado en Estados Unidos. Cuando el 29 de abril la Policía de Investigaciones registró su domicilio en Puente Alto, no sólo encontró droga y un arma de fuego sin número de serie, sino que quedaron en evidencia sus lujos.
“Uno ve en Netflix la serie de Beckham y ve que el clóset de Beckham era similar al clóset que podía tener uno de estos imputados acá en Santiago”, dice Eduardo Baeza, fiscal jefe de Pudahuel, sobre lo que hallaron en el domicilio de Contreras.
La entrada y registro se dio en el marco de la Operación Pennsylvania, una persecución penal inédita que contó, entre lanzas, familiares y cómplices a 23 detenidos. “Esta es la primera vez que se ha hecho una investigación por lavado de activos con un delito base de asociación criminal respecto de chilenos que cometen delitos de robo en el extranjero”, asegura el fiscal Baeza.
El patrimonio detectado en la investigación, según el jefe de la Brigada de Lavado de Activos de la PDI, asciende a los 1.300 millones de pesos.
Montos que quedan de manifiesto en distintas escuchas telefónicas a las cuales Informe Especial tuvo acceso. Acá revelamos una de una expareja de uno de los detenidos.
En el caso de David Contreras, en sus redes sociales se podía ver la vida de lujos que se daba, ya fuera por sus vehículos o una piscina con la insignia del club de sus amores.
Hoy, Contreras y otros dos chilenos sindicados como cabecillas de la organización están en prisión preventiva en Chile. Otro de los imputados permanece recluido en Estados Unidos, mientras que la policía está en la búsqueda de uno que se encuentra prófugo.
También se detuvo y hoy está imputado el funcionario de la PDI, René Fuentes, por presuntamente haber facilitado las salidas del territorio nacional a chilenos para delinquir en el extranjero a cambio de $1,5 millones por vez.
Al fiscal Baeza le preocupa que tanto en este caso como en la causa Pasaportes hubiese funcionarios públicos involucrados: “Son organizaciones que están operando fuera de las fronteras de nuestro país, con todo lo que eso ha generado polémica en el sentido de la Visa Waiver. Y vemos que quien facilitó eso en ambos casos eran funcionarios públicos. Es grave”.
Denuncias en EE.UU.
Si bien la Operación Pennsylvania reveló los movimientos de los chilenos en Estados Unidos en esa zona en particular, la fiscal del distrito de Nassau enfatiza que el fenómeno está “bastante extendido” en suelo norteamericano: “En 2018 ó 2019 es cuando empezamos a notar este patrón de robos que estaban siendo cometidos por el mismo grupo de personas. Y eventualmente, cuando dimos con ellos, nos dimos cuenta de que eran todos ciudadanos chilenos, que básicamente nos dijeron que habían sido enviados acá para cometer robos”.
El fiscal Eduardo Baeza complementa: “Mi apreciación es que el delincuente chileno, el lanza internacional –si es que no lo perdió– le está perdiendo el miedo a Estados Unidos, porque las ganancias que obtienen son muy cuantiosas”.
Informe Especial revisó distintas denuncias penales (criminal complaints) presentadas en cortes norteamericanas contra ciudadanos chilenos. En ellas, agentes policiales dan cuenta de cómo se están investigando este tipo de delitos.
En uno de los documentos revisados por IE, un agente habla de los robos ocurridos entre octubre y diciembre de 2024 a las superestrellas de fútbol americano de Estados Unidos: “El South American Theft Group (SATG) chileno es conocido por atacar a atletas profesionales de alto perfil mientras se sabe que están fuera de casa. En muchas circunstancias, los equipos deportivos profesionales publican sus horarios y ubicaciones de juego, lo que facilita que el SATG sepa cuándo un atleta de un equipo profesional en particular estará fuera de su residencia”. Criminal Complaint Southern District Ohio Joe Burrows Quiroga, Orellana y Ortega by Informe Especial
Revisa el “criminal complaint” completo acá:
Un caso similar fue el de Joe Burrows, jugador de los Cincinnati Bengals, quien sufrió el robo de cerca de trescientos mil dólares por parte de ciudadanos chilenos.
En ambos casos se ve cómo uno de los imputados, el chileno Sergio Ortega Cabello, se presenta con una identidad argentina falsa a nombre de Julián Sánchez Mendoza. Un fenómeno común en el modus operandi de delincuentes nacionales en norteamérica.
“Vienen a Estados Unidos con un nombre y, antes de que te des cuenta, están flotando con otro”, asegura Michael Barbieri, de Global Agency Consultants.
Es ahí donde adquirió importancia –en un caso de Florida– el sargento policial Christopher Breuer, estadounidense de padres chilenos. Mientras escuchaba en la corte a dos imputados por robo de cajeros, quienes se presentaron con una identidad de México y otra de Argentina, se le encendió una alarma.
“Algo me pareció un poco raro: el acento de los dos tipos cuando estaban hablando con los abogados. Un acento que yo obviamente he conocido durante mi vida y me di cuenta que el acento era en chileno”, dice Breuer en conversación con Informe Especial.
Fue así como él pudo dar finalmente con las identidades de ambos delincuentes. Aunque no en todos los casos se logran establecer tan fácilmente las identidades, tal como muestra un robo en Florida que tuvo un fatal desenlace.
Un “mexicano” muerto
A las 9:00 de la noche del 26 de febrero de 2024, un día después de Navidad, una pareja estaba viendo televisión en el living de su casa en Bradenton, Florida, cuando empezaron a sentir ruidos fuera de la residencia. Las cámaras de seguridad estaban siendo destruidas por dos hombres enmascarados y con guantes.
Cuando ambos desconocidos intentaron entrar al dormitorio forzando la ventana, el residente de 67 años le dijo a su pareja que se escondiera en otro dormitorio y que llamara al 911. Luego tomó una pistola y, en cuanto vio una sombra entrar por la ventana, disparó en tres ocasiones.
Sólo uno de los sospechosos abandonó el hogar corriendo: Michel Soto Mella. La oficina del Sheriff de Manatee respondió al llamado de auxilio y un perro de la brigada canina “K-9” alcanzó a Soto con una mordida, logrando su detención y traslado a un centro médico de Lakewood.
Su compañero de delito, en tanto, fue trasladado en estado de gravedad al “Sarasota Memorial Hospital”. Su identidad seguía siendo un misterio. Según el reporte de arresto de Michel Soto, al que accedió Informe Especial, él no quiso dar declaraciones, pero deslizó que la persona con la que se encontraba ese día probablemente se llamaba “Pablo”. Al poco tiempo, “Pablo” falleció producto de los disparos.
Al día siguiente, el sheriff del Condado de Manatee, Rick Wells, no dudó en justificar la acción de su compatriota: “Esto es el Estado de Florida. Si quieres irrumpir en la casa de alguien, deberías esperar que te disparen”.
El nombre “Pablo” fue rápidamente descartado. Se habló oficialmente de Jorge Flores Toledo y luego de Aníbal Miller Valencia. En lo que todos los medios norteamericanos que dieron cuenta de la noticia estaban de acuerdo era en la nacionalidad de los ladrones: Soto era chileno y “Miller” mexicano.
Esto llamó la atención de la Policía de Investigaciones. “Desde un comienzo dijimos ‘no es mexicano’. Pero ellos nos insistían que era mexicano”, dice en conversación con IE Carolina Namor, jefa de Cooperación Internacional de la PDI.
Su colega de OCN Interpol Chile, el comisario Daniel Morales, agrega: “En base a nuestra experiencia y al análisis de los antecedentes, nos dimos cuenta de que era muy poco probable que un ciudadano chileno esté vinculado a un extranjero en este tipo de delitos”.
En el Laboratorio de Criminalística Central de la PDI suelen recibir cerca de una veintena de consultas por identidades al día. Desde Estados Unidos les enviaron la ficha dactilar del fallecido. Al cotejar las huellas dieron con el nombre real de la persona: Aníbal Johanni Milleres Valencia, nacido y criado en Chile, no en México.
El sheriff Rick Wells dio a conocer que Michel Soto Mella había ingresado al país con una Visa Waiver nueve meses antes: “Esa visa se suponía que debía expirar en septiembre. El sospechoso nunca retornó a Chile”.
Sin embargo, el fiscal Eduardo Baeza asegura que la mayor parte de los casos que le ha tocado ver, los chilenos ingresaron a Estados Unidos por pasos irregulares, con un verdadero negocio detrás de ellos: “Por ejemplo, uno de los llamados que tuvimos en la causa Pensilvania hablaba que le pagaban en México a un coyote para que los pasara por la frontera a un equis pagando los 15 mil dólares. Imagínense, casi 15 millones de pesos para que pueda ingresar a Estados Unidos”.
Análisis con el que concuerda el comisario Sebastián Ríos, de la Brigada Investigadora de Robos Occidente de la PDI: “Salen a Brasil, Perú, Bolivia y desde ahí –por entrevistas que nosotros hemos tenido con algunos de los imputados– estos sujetos toman otra identidad”.
Sean ingresos con Visa Waiver o por pasos fronterizos no habilitados, el agregado jurídico del FBI en la Embajada de Estados Unidos en Chile, Isaac DeLong, dice que la única forma de esclarecer estos casos es a través de una cooperación internacional contínua: “Diariamente nosotros compartimos información, solicitamos información que pueda avanzar casos de ambos países, sea investigaciones de la PDI de grupos de acá o viceversa. No solamente el FBI, sino otras policías estatales y locales en Estados Unidos”.