Para Aníbal Valenzuela, exencargado del Departamento de Tránsito de Nancagua, octubre de 2024 fue un mes de celebraciones. El lunes 14 una multitud lo recibió en su casa para su salida de prisión preventiva, donde permaneció casi dos meses tras haber sido formalizado por 12 delitos. Cuatro días después festejó su cumpleaños número 70. Y el último fin de semana de ese mes lo remató como alcalde electo de Nancagua, con un aplastante 49,29% de los votos, 27 puntos porcentuales arriba de su competidor más cercano.
El contraste con su situación actual es notorio: el 10 de marzo fue reformalizado por tres nuevos delitos, reingresó a prisión preventiva y, tras estar 45 días fuera del sillón municipal, perdió la alcaldía.
¿Cómo fue el entramado que llevó a enfrentar a la justicia al ahora exalcalde, al plantel de Colo Colo y al presidente del club? Informe Especial tuvo acceso a documentación y antecedentes exclusivos sobre la causa, incluido el audio de la única declaración que Valenzuela ha prestado en el proceso. Acusa persecución política y compara su situación a un sicariato:
—A mí me mataron en vida. (...) Yo pienso en el caso Quintrala, en que ella mandaba a matar a una persona por lo que se dice en la justicia, o en las redes sociales o en los diarios. Aquí hubiese preferido mil veces, como dicen, (ser) mandado a matar porque era un peligro para los políticos el que yo fuese un candidato a alcalde, siendo un simple funcionario municipal con 45 años de trayectoria. Hubiese sido mucho (mejor) para mí, de verdad se lo digo de corazón, que me hubiesen pegado un balazo.
Direcciones fantasma
El inicio de esta historia se produjo a finales de 2023, cuando el fiscal adjunto de Santa Cruz, Claudio Meneses, alertó sobre 22 futbolistas profesionales que tenían al menos dos cosas en común: todos habían vestido en algún momento la camiseta de Colo-Colo y habían sacado su licencia de conducir en la comuna de Nancagua.
Para poder realizar el trámite, dieron distintas direcciones:
La Policía de Investigaciones fue a chequear los domicilios. Preguntaron a vecinos que llevaban más de 40 años viviendo en Camino Las Tinajas, donde se suponía que vivían al menos cinco jugadores profesionales, entre ellos el lateral izquierdo de la selección chilena, Gabriel Suazo; el hoy delantero del Udinese, Damián Pizarro; y el puntero de Colo-Colo Marcos Bolados. Los vecinos reconocieron a los jugadores por su calidad de tal, pero señalaron que nunca los habían visto en esa calle, que no vivían ahí.
Similares resultados obtuvo la PDI al consultar en el resto de las direcciones sin número. En las numeradas fue peor: los números indicados en las fichas de los jugadores no existían.
Entre esas mismas diligencias se entrevistó a todos los funcionarios del Departamento de Tránsito de Nancagua, pero sólo uno se negó a declarar: Aníbal Valenzuela.
Los que sí terminaron declarando fueron los jugadores de Colo-Colo:
—Yo no tenía licencia de conducir en Uruguay y tenía que manejar. Por rumores en el club (me enteré) que había una persona que ayudaba con la obtención de licencia de conducir y que iba al club frecuentemente. (...) Él sólo me pidió la fotografía carnet, y a la semana después me hizo entrega de la licencia de conducir sin dar ningún examen, dejándomela en el camarín —admitió Maximiliano Falcón, otrora defensa de Colo-Colo y hoy compañero de Lionel Messi en el Inter de Miami.
—No conozco la comuna de Nancagua, por lo tanto, la dirección Lagos del Sur N°860 de la comuna de Nancagua no la conozco. (...) Era muy normal el comentario de que había un contacto que frecuentaba bastante el club y él hacía renovación de licencias de conducir a los funcionarios y a los jugadores (...) No realicé ningún examen —reconoció por su parte el lateral derecho de Colo-Colo, Óscar Opazo.
Todos ellos, al no tener antecedentes, accedieron a una salida alternativa.
—Los jugadores asumen haber cometido ciertas irregularidades, ciertas liviandades en la obtención de sus licencias de conducir, relativas básicamente a facilidades que se les dieron para obtenerlas más rápido, teniendo presente que era tiempo de pandemia en algunos casos —explica el abogado de los jugadores, Jorge Ponce—. Entendemos que no todos conocían a Aníbal Valenzuela y entendemos que eventualmente pudo haber uno o dos que no viajaron.
Pero aún hay puntos que resolver. Uno de ellos, por ejemplo, es que en la ficha del defensor uruguayo Alan Saldivia, la huella que aparece no corresponde ni a la del jugador ni a la del exalcalde Aníbal Valenzuela.
—De acuerdo al informe pericial, no tenemos establecido a quién corresponde esa huella como para poder establecer si es que correspondiera efectivamente a otro de los funcionarios, no tenemos esa información hasta el momento en la carpeta —aseguró el fiscal jefe de Alta Complejidad de O’Higgins, Javier Von Bischoffshausen.
Las fichas que sí tendrían la huella de Valenzuela son las del presidente de Colo-Colo, Aníbal Mosa; y la de una persona que habría pagado a un “captador” por su licencia. Ahí es donde entra en la historia un tercer imputado.
El informante
—Muy buenas tardes. Quisiera conversar con usted de manera confidencial y absolutamente en reserva.
El mensaje fue enviado en mayo de 2024 por una persona identificada como Germán Huerta al entonces alcalde de Nancagua, Mario Bustamante.
El 16 de ese mes se concretó el encuentro entre ambos y una tercera persona en un Pronto Copec de la Ruta 5 Sur. Según una de las declaraciones obtenidas por Fiscalía, Huerta llegó con una carpeta de color azul al encuentro.
Dijo tener información importante respecto a Aníbal Valenzuela: abrió la carpeta y mostró fotocopias de licencias de personas a las que se les habrían facilitado sin tener que ir presencialmente a sacarlas. Cerró la carpeta.
De acuerdo con la investigación de Fiscalía, la abrió nuevamente, pero mostrando transferencias bancarias, para argumentar que el precio por licencia era de $250 mil y que él las transfería a Valenzuela. Volvió a cerrar la carpeta. Sacó de su billetera una licencia y la mostró: “Mire, esta licencia la firmó Aníbal”.
Era una muestra. Según la indagatoria, para el acceso total, Huerta puso un precio al que le llamó “un retorno”: quería $4 millones. Si le pagaban, él diría a la policía que las transferencias que tenía de parte de Aníbal Valenzuela eran por licencias de conducir; si no le pagaban, diría que era por un aporte voluntario a la campaña para una presentación del cantante Cristóbal, conocido en los 70 por su participación en Sábado Gigante y como el ganador del certamen internacional del Festival de Viña del Mar en 1984.
Dio plazo hasta el 24 de mayo para una respuesta. Ese mismo día se volvieron a juntar en la Copec pero, según declaró Huerta después, fue abordado por la PDI cuando fue a su auto a buscar los antecedentes.
La declaración de Huerta ante los detectives se concretó el 27 de mayo. Dijo que conoció a Aníbal Valenzuela en 2015, porque pertenecía a “Colo-Colo de Todos los Tiempos”, que en el ambiente del fútbol se sabía que él prestaba ayuda para la obtención de licencias de conducir sin necesidad de hora ni exámenes, y dijo que a manera de retribución le donaban copas y camisetas.
Además, en ese entonces reconoció que le habían pedido aportar antecedentes sobre las licencias para “liquidar a Aníbal Valenzuela”; que uno de los pagos había sido para el cantante Cristóbal; y deslizó, sin profundizar mucho, un negocio de pago de licencias.
—A mí no me consta que Aníbal Valenzuela Cariz se haya quedado con dinero, del que yo le pasaba, a raíz de lo que me pagaban a mí las personas para la compra de las licencias; solo puedo decir que le entregaba el dinero, ahora lo que hacía con la plata no me consta. Entiendo que el dinero siempre llegaba a buen destino, porque él siempre cooperaba con personas que necesitaban alguna ayuda en Nancagua.
En noviembre de 2024, en tanto, cambió drásticamente el tono de su declaración ante la Fiscalía: explicó que conoció a Valenzuela en 2021, y no en 2015, y que en ese momento él le dijo que podían hacer un negocio con las licencias de conducir.
Asimismo, afirmó que la transferencia que había entre ambos no había sido para el cantante Cristóbal, sino por una licencia de conducir; y también señaló que con Aníbal Valenzuela tenían un trato en el cual él —ósea, Huerta— ganaba la mitad del precio de cada licencia, que oscilaba entre los $300 y $500 mil.
A pesar de que Huerta señaló haber pagado a Aníbal Valenzuela alrededor de $8 millones por licencias de conducir, hasta el momento sólo ha sido formalizado por cuatro licencias con un costo total de $1,2 millones.
En su reciente declaración judicial, Aníbal Valenzuela omitió el nombre de Germán Huerta:
—Ese señor, que me da hasta vergüenza nombrarlo, porque creo que no se merece que yo lo nombre. (...) Él sí les cobraba a las personas y entiendo que en su cuenta bancaria está todo eso registrado. Y si a mí alguna vez él me facilitó algún dinero, nunca fue con el ánimo de pagarme por mi servicio, jamás —recalcó.
De los quince hechos delictivos imputados por la Fiscalía a Valenzuela, son tres los que involucran a Huerta y que le valieron ser imputado por cohecho.
La arista Mosa
Cuando Aníbal Mosa, presidente de Colo-Colo, declaró ante la Fiscalía, fue directo al grano:
—Nunca he tenido domicilio en la región de O'Higgins, menos en Nancagua; es más, no conozco Nancagua (...) me hicieron llegar en un sobre a mi oficina la nueva licencia de conducir, sin que yo jamás hubiere asistido a Nancagua ni otro lado a cumplir con las pruebas y exigencias legales para la obtención de licencia de conducir.—¿Cómo obtuvo hora para ir a sacar licencia en Nancagua?
—No pedí ninguna hora.
—¿Hizo alguna prueba? ¿Cuáles?
—No, no realicé ninguna prueba.
—¿Hizo examen práctico? ¿En qué vehículo?
—Como indiqué anteriormente, no di ninguna prueba.
A diferencia de los jugadores de Colo-Colo, Mosa no pudo acceder a una salida alternativa en la causa.
—En lo que dice relación con Aníbal Mosa, por tener algunas condenas pretéritas es que él no puede, mientras esa situación se mantenga vigente, acceder a una suspensión condicional —explica el fiscal jefe de alta complejidad de la Región de O’Higgins, Javier Von Boschoffshausen.
Mediante escritos, eso sí, la defensa de Mosa ha buscado probar que nunca conoció a ningún funcionario del Departamento de Tránsito de Nancagua. Es decir, no podría haber ejercido influencia sobre ellos. De hecho, el presidente de Colo-Colo niega conocer al ahora exalcalde de esa comuna:
—No conozco al funcionario Aníbal Valenzuela respecto al cual usted me consulta, sin perjuicio de que puede que en alguna oportunidad él haya estado en alguna actividad del club y yo también (...) pero le puedo asegurar que nunca he estado compartiendo directamente con esta persona.
Tanto Aníbal Mosa como su abogado Samuel Donoso fueron contactados para este reportaje, pero declinaron dar declaraciones sobre la causa.
La defensa del exalcalde Valenzuela asegura que están estudiando la carpeta investigativa, ya que recibieron el patrocinio y poder recientemente. Por su parte, la Fiscalía está a la espera de algunas diligencias para cerrar prontamente la indagatoria. Por su parte, el fiscal Von Bischoffshausen no descartó que pudiesen haber nuevos imputados en la causa.
—Si la pregunta es si es que pueden existir otros funcionarios públicos investigados o potencialmente el día de mañana formalizados en esta causa, la respuesta es sí. Eso forma parte de la investigación —recalcó.